Monterrey, 8 Sep (Notimex).- Con el empeño que muchos jóvenes desearían tener y sin importar que viven el otoño de sus vidas, adultos mayores acuden a la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) para estudiar un diplomado en educación continua de cuatro semestres.
Luz Amparo Silva Morín, coordinadora de Inclusión y Equidad Educativa Universitaria, donde se tiene el programa Universidad para los Mayores, explicó a Notimex que este espacio fue creado desde 2011 para ampliar la formación académica de las personas de 55 años de edad en adelante.
“Son cuatro semestres en los cuales llevan diferentes materias que abarcan tres aspectos fundamentales: el aspecto social, el cultural y el de la salud”, comentó.
La currícula tiene asignaturas sobre Salud, Desarrollo Humano y Computación, en primer semestre y Nutrición en la edad adulta, Relaciones interpersonales, Historia, en segundo semestre, indicó.
Para el tercer periodo, apuntó, se incluyen materias sobre la Evolución humana, Personajes de la Ciencia, Historia de México y Naturaleza y medio ambiente, mientras que en el cuarto se imparten Derechos Humanos y cultura de paz, Historia y Geografía de Nuevo León, Literatura y Envejecimiento exitoso, entre otras.
“Este es un diplomado donde nuestros estudiantes están inscritos, académicamente son estudiantes de la Universidad, reciben una credencial igual que todos los universitarios y ya con eso, ellos pueden utilizarla en todas las dependencias universitarias relacionadas con el aspecto académico”, dijo.
La también catedrática egresada de la Facultad de Trabajo Social y Desarrollo Humano de la UANL expuso que la Universidad para los Mayores cuenta con dos grupos de aproximadamente 30 estudiantes; uno de primero y otro de tercer semestre.
El proyecto surgió en 2011, a raíz de una gira de autoridades de la UANL a la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, España, donde se imparte un programa similar para mejorar la calidad de vida de estas personas en cuanto a salud, relaciones humanas y conocimiento, refirió.
“Cuando ellos se sienten motivados, disminuye el número de enfermedades, porque tienen una razón para poder continuar trabajando, continuar haciendo algo y nosotros lo hemos visto constantemente.
“Es lo que pretendemos, que se activen, y retomar, encontrar y aprovechar toda esa experiencia que tienen los adultos mayores y que nos sirva también como ejemplo, para los jóvenes en la actualidad”, enfatizó Silva Morín.
A sus 77 años, María del Carmen Rodríguez Pereyra, una de las alumnas del diplomado, externó que estar en aulas de la UANL, es como “realizar un sueño” ya que siempre quiso estudiar una carrera universitaria pero no había tenido oportunidad hasta hoy que su hijo le ofreció el diplomado.
Originaria de Catemaco, Veracruz, pero radicada en Monterrey desde hace 55 años, la septuagenaria narró que se dedicó al hogar en su juventud y a los 50 años de edad cursó la secundaria abierta y después la preparatoria.
Destacó que con el plan académico ha reforzado sus conocimientos y la convivencia ha generado que sea más activa, “eso es lo que me tiene muy contenta, realizándome.
“Tenemos maestros bien preparados, bien atentos a lo que nos están enseñando, por lo mismo quisiera aprovechar esta oportunidad para agradecerle a la Universidad Autónoma de Nuevo León que se preocupe por darnos esas oportunidades a los adultos mayores, que es enriquecedor en todos sentidos”, dijo.
En tanto, el matrimonio conformado por Santiago Méndez Rodríguez, de 81 años y Esther Castillo Muñiz, de 73, expresaron su beneplácito por acudir a las aulas de la UANL, en la Facultad de Trabajo Social y Desarrollo Humano, para enriquecer su vida con conocimientos y conocer a otras personas con metas similares.
Esther, quien de joven fue empleada en una fábrica de ropa, aunado a sus labores de ama de casa, dijo que al conocer del diplomado, “nos fascinó, porque nunca habíamos pisado una Universidad, no tuvimos la oportunidad de estudiar toda una carrera o prepararnos más, no se pudo.
“Ahora que nos dieron esa oportunidad, agradecemos mucho a directivos de aquí de la Universidad por esto que nos están dando a los adultos mayores, estamos aprendiendo, estamos encantados, porque las clases que nos dan son muy importantes, no se imaginaba uno lo que es un estudio”, expresó.
La mujer originaria de Cerritos, San Luis Potosí, contó que tener seis nietos les impulsó a inscribirse y aprender computación, una de las materias que más les llama la atención para estar en sintonía con las nuevas tecnologías, además para aprender de temas como desarrollo humano y oratoria.
En tanto, tras ser chofer de camión urbano, mecánico de piso en la desaparecida Fundidora de Fierro y Acero Monterrey, donde lo pensionaron en 1983, así como taxista, Don Santiago ahora está “de vacaciones, porque ya no nos emplean” y aprovecha para cultivarse más en la Universidad, comentó.
“El motivo que tuve para llegar aquí, fue el tratar de conocer cómo manejar las computadoras, porque no las sé manejar y tengo que esperar a mis nietos, para ver cómo le hago, se dio la oportunidad de llegar aquí, supimos mi esposa y yo del programa del diplomado y fuimos a hacer la solicitud, estamos muy satisfechos y muy agradecidos con la Universidad.
«Estamos llevando una enseñanza de que sí se puede, que la edad no es obstáculo y que puede más el deseo de llegar a ser y de conocer”, puntualizó Don Santiago uno de los alumnos más longevos del programa.