Guadalajara, 8 Sep (Notimex).- Problemas en el matrimonio, divorcio, conflictos laborales o pérdida del empleo, entre otros, son situaciones que pueden provocar estrés crónico, que acumulado durante varios años, podría provocar infartos agudos al miocardio, señaló la experta del IMSS, Lesly Aurora Rivera Villalobos.
En este sentido, destacó que mejorar el estilo de vida es fundamental, no sólo para reducir los riesgos a la salud sino para un mejor desempeño cotidiano. Dividió en cuatro las recomendaciones para reducir el estrés crónico, tanto en casa como en el trabajo.
En un comunicado, la urgencióloga adscrita al Hospital de Especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, dijo que en primer lugar es importante identificar con claridad el o los conflictos que afectan la integridad física o mental de la persona.
Lo anterior, expresó, para de esta manera cambiarlos de raíz, ya que “muchas veces nos cuesta trabajo aceptar ante nosotros mismos que tenemos problemas, sobre todo en aquellas que por cuestiones sociales, económicas o familiares”.
En segunda instancia se debe tener hábitos saludables como una alimentación rica en verduras, frutas, cereales, proteínas animales o vegetales, acompañada por una hidratación a base de agua simple, apuntó.
Sobre todo, dijo, hacer ejercicio diariamente al menos 30 minutos continuos, porque esto beneficia la química cerebral y ayuda a generar una sensación de bienestar, más aún si se hace en un lugar agradable y con música y aromas relajantes.
La tercera medida es cuidar de una mascota y salir de casa, ampliando así el círculo social. Por un lado, explicó, el animal nos hace sentir acompañados y en él canalizamos parte de nuestra atención. Estar con otras personas nos ayuda a sentirnos identificados cuando comparten intereses, aficiones o proyectos.
Rivera Villalobos recomendó buscar apoyo médico en caso de presentar un estrés que afecta la cotidianidad, así como otro tipo de patologías asociadas, como la depresión o la ansiedad. “El IMSS Jalisco cuenta con tratamientos farmacológicos e incluso con terapia psicológica, de acuerdo con las condiciones de cada usuario”.
