Mauricio Zapata.-
Cd. Victoria, Tam.- Tamaulipas ya es una de las entidades con mayor número de embarazos en adolescentes. Las cifras siguen creciendo.
De acuerdo con datos cruzados de organizaciones no gubernamentales y autoridades estatales, la entidad ya ocupa el quinto lugar a nivel nacional, con un promedio de 400 nacimientos al año.
Se trata de mujeres entre los 13 y 19 años de edad en condiciones de “embarazos tempranos”, es decir, se convirtieron en madres durante su estancia en los subniveles educativos, como secundaria o preparatoria.
En el último de los casos se inscribe la historia de Jimena, una adolescente de 14 años de edad que debido a un embarazo precoz ha cambiado los libros y el uniforme por los artículos de bebé y la ropa de maternidad. Con cuatro meses de embarazo ha dejado la escuela para no regresar. Ya no quiero regresar a la escuela, dice.
-¿La razón?
-Ya me gustó no ir; además, ahora que nazca mi hijo va a ser difícil.
-¿Y el novio?
También un adolescente de la misma edad, ha abandonado las aulas y se ha puesto a trabajar para ahorrar ahora que se acerca el alumbramiento y para las necesidades de su ya esposa y de su futuro hijo.
De la noche a la mañana, pasó de adolescente escolar a un hombre con múltiples responsabilidades, analizan especialistas, quienes precisan que el embarazo en las adolescentes tamaulipecas se ha incrementado en los últimos tres años, al grado de convertirse en un problema de salud pública en la entidad.
En este sentido, la asociación civil Católicas por el Derecho a Decidir destacó la magnitud del flagelo e informó que con más de 400 nacimientos anuales, donde la madre no supera la edad de los 18 años.
IMEPREV
En este contexto, el Instituto de Medicina Preventiva (Imeprev) informó que en México 400 mil madres menores de edad completan un embarazo al año, mientras que la cifra en América Latina es de más de tres millones de adolescentes. En México la tasa de fecundidad en el grupo de 15 a 19 años de edad es de 36.5 por ciento.
El 12 por ciento de todos los nacimientos son de mujeres adolescentes, de las cuales la gran mayoría (90 por ciento) son madres solteras.
Sobre el tema, el Imeprev precisó que en Tamaulipas, de acuerdo con un estudio realizado en el 2015, el 70 por ciento de las mujeres con experiencias reproductivas tuvieron su primer hijo entre los 13 y 19 años de edad. Actualmente, estimó, la cifra es mayor.
Asimismo, expresó que el embarazo durante la adolescencia es reconocido como un factor de riesgo importante para la salud de la madre y el producto. Mientras menos edad tiene la progenitora, existe mayor riesgo de morbilidad y mortalidad. Es por ello que la primera causa de muerte materna sucede en el embarazo adolescente, representando un 40 por ciento.
Explicó que el embarazo adolescente puede causar efectos desfavorables para la salud del producto, pues el bebé presenta amplias posibilidades de nacer prematuramente, registrar bajo peso al nacer y altas probabilidades de fallecer.
Por tales características, aclaró, el embarazo adolescente tiene una categoría de alto riesgo y lo convierte en una prioridad de atención en los Programas de Salud Reproductiva del Estado.
EDUCACIÓN SEXUAL
De acuerdo con las organizaciones no gubernamentales, los embarazos entre las adolescentes chiapanecas seguirán si se prosigue con la carencia de educación sexual en las escuelas y el hogar, la falta de disponibilidad de los diversos métodos anticonceptivos, maestros poco preparados y con gobiernos locales que obstaculizan políticas públicas en la materia.
“No basta con proporcionar información a los jóvenes, hay que tratar de otra forma estos temas; la educación sexual corresponde a padres, maestros y sociedad”, afirman.
Para el Colectivo Integral para la Atención de la Familia (Cifam) y Católicas por el Derecho a Decidir A.C., el índice de embarazos en adolescentes chiapanecas está en aumento, aunado a la deserción escolar de las menores que se embarazan.
En el 50 por ciento de los casos de embarazos tempranos se presenta el abandono escolar. Señalan que anteriormente el motivo principal de la deserción eran las dificultades económicas, pero en la actualidad esta razón ha pasado a segundo plano, siendo el sentimiento de vergüenza o desaprobación social por un embarazo en la etapa escolar la causa más importante para dejar de asistir a la escuela y abandonar las clases.
Por ello, señala que en el plano educativo es necesario sensibilizar a los profesores en la entidad para informar a los adolescentes sobre los embarazos a temprana edad, porque la falta de información es la principal razón de los embarazos.
ORIENTACIÓN EDUCATIVA
En este sentido, la orientadora educativa de una escuela secundaria y preparatoria particular en Ciudad Victoria compartió la idea de sensibilizar al sector académico y a los diversos sectores que influyen en un adolescente, con la finalidad de aminorar los embarazos en los menores de edad.
En entrevista, consideró que la Secretaría de Educación en el estado se encuentra realmente preocupada por la problemática que impera en los adolescentes de la entidad, por lo cual ha capacitado, a través de un programa, a los orientadores de las escuelas sobre el tema, debido al importante papel que juegan en las secundarias y preparatorias.
Por ello, puntualizó que los orientadores educativos deben estar preparados y capacitados para poder apoyar a los adolescentes en cualquier circunstancia.
PSICOLOGÍA
En materia psicológica, Carmen Aranda Tinajero dijo que indudablemente un embarazo no afecta de igual manera a todas las adolescentes, pero en la mayoría de los casos despierta una serie de sentimientos ambivalentes, por un lado la posibilidad materna y por el otro el deseo de llevar a cabo actividades de acuerdo a su edad, como salir con sus amigas y divertirse.
Por ello, agregó, las jóvenes con embarazo precoz podrían presentar un sentimiento de frustración o de dudas ante el nuevo reto que se les presenta, pues es un suceso que interfiere en sus planes o su proceso de vida.
Puntualizó que la presencia y la atención de los padres hacia los hijos adolescentes juegan un papel fundamental y determinante en la vida de estos últimos, ya que de ahí se deriva que los hijos puedan realizar actos que lleguen a favorecer o perjudicar sus planes y metas.
“Cada vez que haya un embarazo adolescente habría que hacer mención de dónde estaban los papás (del adolescente)”, se cuestionó.
La especialista consideró que la razón de que las adolescentes embarazadas sean discriminadas por la sociedad se debe a que esta las desaprueba, por el terror de que pueda suceder un caso similar en sus familias.
Cabe destacar que un embarazo adolescente ocurre entre los once y los 17 años once meses e influyen múltiples factores, como que en el hogar no se hable de sexualidad, las jóvenes provienen de familias disfuncionales, sufren de maltrato o violación y buscan huir del control de los padres”, dijo.
EXPERTOS
Tal como lo aseguraron expertos en la materia, las jóvenes en esa condición enfrentan en muchas ocasiones rechazo familiar, social y dificultad para integrarse al campo laboral. Un problema adicional es que las futuras madres esconden su condición y no reciben atención médica, lo que a su vez trae riesgos a la salud del niño.
También, la falta de preparación psicológica y social de las madres adolescentes es causa de que sus hijos sean abandonados, maltratados o sujetos de abuso, y tienen mayor riesgo de que al llegar a una edad escolar su rendimiento académico sea bajo y presente tasas elevadas de problemas, tanto físicos como psicológicos.
Por ello, ante el riesgo desde el punto de vista médico y social que implica un embarazo adolescente para la salud y el desarrollo personal de la madre, hijo y pareja, las ONG llamaron a las autoridades de los tres niveles de gobierno a realizar una verdadera estrategia para disminuir las cifras sobre el tema y así mejorar la calidad de vida de la población joven en la entidad, la cual es mayoría.