El estrés crónico puede estar vinculado con algunos casos de suicidio en jóvenes mexicanos, afirmó la psicóloga de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), María Teresa Gutiérrez Alanís.
«En jóvenes, las causas del estrés crónico pueden ser numerosas, pero se puede decir que son aquellas situaciones no resueltas que se mantienen durante semanas, meses e incluso años sin tratar de buscar una solución al problema que lo genera», dijo a Xinhua la catedrática de la UNAM.
Lo peor, indicó Gutiérrez Alanís, es que si no se controla, el estrés llega a alcanzar un nivel de ansiedad patológico que puede derivar en el suicidio.
En México, en la última década se han incrementado los casos de suicidios, sobre todo en edades tempranas, entre los 10 y 17 años.
Por sexo, la tasa de suicidio es 8,5 por cada 100.000 hombres y de 2,0 por cada 100.000 mujeres, según cifras oficiales.
«Los jóvenes tienen pocas certezas, miedo a la frustración, poca tolerancia, lo que da como resultado un cóctel perfecto de exigencias grandes y, por lo tanto, de estrés», refirió.
El suicidio por más que parezca un suceso aislado, continuó Gutiérrez Alanís, tiene mucho contenido detrás.
«Un predictor de suicidios es la depresión, misma que implica una baja en todas las respuestas de la vida», indicó la especialista en el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se celebra cada 10 de septiembre».
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 300 millones de personas sufren depresión, un trastorno que es la principal causa de discapacidad a nivel mundial.
«La depresión es algo que no se detecta a simple vista, puede pasar desapercibida porque no da problemas; sin embargo, se ha demostrado que puede causar dolores físicos», señaló.
Los pacientes con depresión consultarán a decenas de médicos antes de acudir con un psicólogo o psiquiatra.
«Según estudios, pueden pasar hasta 14 años sin que el paciente sea atendido de manera correcta», comentó la experta en Ciencias de la Salud.
Finalmente, Gutiérrez Alanís recomendó propiciar condiciones que les den estabilidad emocional a los jóvenes, rodearlos de un grupo social saludable, así como acudir a un especialista ante los primeros síntomas que se puedan detectar como cambios bruscos de humor.
Cada 40 segundos alguien en el mundo se suicida, siendo este un problema de salud grave que cada año cobra la vida de 800.000 personas, según la OMS.
Según el organismo, por cada adulto que se suicida, otras 20 personas intentaron quitarse la vida, además que en 2015 fue la segunda causa de defunción en el grupo de 15 a 29 años de edad en el mundo. Fin
