Una inquietante grabación publicada por Science Magazine se ha vuelto viral en los últimos tiempos: son apenas 19 segundos pero suficientes para dejarnos boquiabiertos. Una polilla se bebe las lágrimas del ojo de un pájaro que está plácidamente dormido.
En la grabación, obra del ecologista del Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonia en Manaos (Brasil) Leandro Moraes (tomada el año pasado), se aprecia cómo la polilla utiliza su larga probóscide para abrirle los párpados al hormiguero (Hypocnemoides melanopogon). El pájaro no se despierta, ajeno a lo que está pasando.
Desde luego que no es la única vez que un insecto se bebe lágrimas de un animal. Según Moraes, las mariposas y las abejas también se hidratan con las secreciones oculares de otros animales: las mariposas recurren a las de los cocodrilos que toman el sol, mientras que a las abejas les gustan las lágrimas de las tortugas.
Con todo, el ecologista admite que es raro que un insecto se beba las lágrimas de aves dado los rápidos movimientos de estas. Pero por la noche el metabolismo de las aves disminuye, lo que permite a las polillas nocturnas nutrirse de sus lágrimas. Estos insectos probablemente adquieren nutrientes como sodio y proteínas de las secreciones oculares de aves como los hormigueros, ha explicado Moraes.
Con información de: actualidad.rt.com