Moldavia.- Un bebé de seis semanas de nacido murió durante la ceremonia de su bautizo.
El lamentable hecho ocurrió cuando el sacerdote, que ofició la misa, sumergió por completo al bebé dentro de una pila llena de agua.
De acuerdo con los testigos, el religioso no tapó la boca ni la nariz del bebé mientras lo sumergía en el agua, que en muchas ocasiones esta es fría, para así consumar el sacramento.
Tras 20 minutos de llevar a cabo el sacramento, los padres se percataron que el niño estaba sangrando por la boca y la nariz, por lo que los padres inmediatamente lo trasladaron a un hospital. Desafortunadamente, los médicos solo pudieron constatar el deceso del menor.
‘Todos lo vimos, el sacerdote Valentín “N” no puso su mano sobre la boca del bebé para evitar que el agua entrara como debería haberlo hecho y como lo hacen en todos los demás bautismos. Puso la mano sobre el vientre y sobre la cabeza y lo sumergió tres veces en el agua”, indicó en entrevista para una televisora local Dumitru Gaidau, padre del menor fallecido.
La autopsia reveló que el bebé murió por ahogamiento. El religioso está siendo investigado tras cometer la imprudencia que le costó la vida al pequeño.