México, 8 Oct (Notimex).- La glándula mamaria tiene un microbioma y, al igual que el microbioma intestinal, puede verse afectada por la dieta, según una nueva investigación de científicos de la Escuela de Medicina del Wake Forest Baptist Health.
La relación entre el microbioma intestinal y la salud humana, es ampliamente aceptada en la comunidad médica, pero el nuevo estudio ofrece un enfoque importante para prevenir el cáncer de seno o al menos reducir el riesgo.
Katherine Cook, especialista en biología del cáncer de dicha escuela, informó que para el estudio se utilizó un modelo de primate no humano para comparar los efectos de una dieta occidental con una dieta mediterránea sobre el tejido mamario.
En un comunicado, detalló que las mono hembras fueron alimentadas con una dieta especialmente preparada que imitaba una dieta occidental rica en grasas y una más mediterránea basada en plantas durante dos años y medio, lo que equivale a unos ocho años humanos.
El equipo de investigación reportó diferencias en el conjunto de bacterias del tejido mamario entre ambos grupos. La dieta mediterránea condujo a un aumento de aproximadamente 10 veces el lactobacilo de la glándula mamaria, una bacteria que demostró disminuir el crecimiento de tumores de cáncer de mama en modelos preclínicos.
Además, esta misma dieta produjo más metabolitos de ácidos biliares en el tejido mamario, lo que también puede reducir el riesgo de cáncer de mama.
Sobre este resultado, Cook destacó la importancia de que la dieta influyera directamente en el microbioma fuera del tracto intestinal y en sitios como la glándula mamaria.
Los científicos reportaron que la investigación se encuentra en las primeras etapas, y que analizarán si productos como aceite de pescado o los suplementos de probióticos pueden incidir en las poblaciones de microbiomas en las glándulas mamarias y, por tanto, en los tumores de mama.