Cuando el terremoto de magnitud 8,2 se sintió en el Pacífico Sur de México el 7 de septiembre del 2017, se rompió una placa tectónica, reveló un estudio publicado en la revista Nature Geoscience.
Científicos de la Universidad de Oregon, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y otros centros de investigación, revelaron que la placa de Cocos, de 60 kilómetros de grosos, se partió en dos.
Según el profesor de la Universidad de Oregon, Diego Melgar, este evento sísmico sería parecido a como cuando doblas un borrador. “Uno puede ver que la mitad superior se extiende y se estira, mientras que la parte inferior se aplasta y se comprime”, ejemplificó el investigador.
Esto es poco común, sin embargo, Melgar señala que un caso similar se dio cuando un terremoto de magnitud 7,7 se dio en Irán en el 2013, cuando una placa tectónica se rompió, causando la muerte de decenas de personas.
“Todo indica que se ha roto a lo largo de todo su ancho”, afirmó Melgar, agregando que nadie sabe porque se da este fenómeno, y se mostró preocupado, pues teóricamente la placa de Cocos no se debió haber partido a la profundidad que lo hizo, pues estaba “suficientemente caliente (1,100 º C) como para doblarse como un plástico blando”.
La placa se partió como un “enorme bloque de vidrio”, y esto podría generar que se den con mayor frecuencia algunos megaterremotos. “Mi preocupación mayor son los tsunamis”, comentó Melgar, advirtiendo que el levantamiento de placas puede empujar una gran cantidad de agua a la costa.
Con Información de: RT Sepa Más