José del Carmen Perales Rodríguez.-
Cd. Victoria, Tam.- Aunque no se descarta la posibilidad de que el precio del litro de gasolina se dispare al cierre del año y pueda llegar a 25 pesos, tampoco es inminente, por todas las consecuencias que un nuevo “gasolinazo” traería, tanto para la sociedad en general como para el próximo gobierno federal, señaló el economista Jorge Lera Mejía.
Asimismo, advirtió sobre lo riesgoso que representa para la economía de las familias mexicanas que se emitan y sobre todo se difundan versiones que crean confusión y que irremediablemente generarían un incremento de la inflación.
“Si las gasolinas en este momento registran un aumento que rebase el margen de maniobra de las empresas, de un peso o más, irremediablemente esto se reflejará en un alza en los precios, y lo más grave sería el impacto en el costo de los básicos”, señaló.
El especialista en temas de economía añadió que a la variación que reflejen los precios de las gasolinas se suma lo que ocurra con el gas y la energía eléctrica, que son los factores que más inciden en la inflación.
“Pienso que la política de precios de los combustibles es algo que deber ser cuidadosamente analizado por el próximo gobierno, porque la inflación ha estado desbocada durante 2017 y lo que va del 2018, porque no es del 2.5 por ciento, como se preveía, sino que anda en el 5.5 por ciento”, expuso.
Lera Mejía comentó en este contexto que lo mejor que podría hacer el Gobierno federal es no dar señales malas o falsas, porque se puede generar pánico que desembocará en una escalada de precios como las que se vivían hace diez o 15 años.
“Recordemos que la inflación es el impuesto negativo que más afecta a los mexicanos, ricos y pobres, por tanto el nuevo gobierno lo que debe hacer es controlar los precios de los energéticos, no interferir con el Banco de México, serenarse y hacer sus análisis muy seriamente y no con consultas, para que su política fiscal permita que se mantenga el blindaje de la economía”, concluyó.
