Un hombre que tomaba unos suplementos alimenticios con extracto de té verde,perdió su hígado luego de que le diagnosticaran cirrosis hepática hace cuatros años.
Jim McCants, residente de Dallas, Texas, relató para un medio estadounidense que su padre murió cuando tenía 59 años de edad a causa de un ataque cardiaco.
Eso ocasionó un temor en él y al cumplir los 50 años decidió comenzar a tener una vida saludable por lo que comenzó a alimentarse sanamente y a hacer deporte.
El señor McCants comenzó a tomar todos los días las pastillas que parecían inofensivas: té verde en cápsulas.
Según el medicamento le ayudaría a prevenir el cáncer, perder peso y fortalecer su corazón.
El peor día de su vida
Unos meses después se sintió mal y fue llevado de emergencia al hospital. Le diagnosticaron cirrosis hepática y como el afectado no fumaba ni tomaba, se concluyó que la causa más probable era el suplemento dietético.
Los médicos le dijeron que necesitaba un trasplante de hígado urgente. Por fortuna, encontraron a un donante al día siguiente.
Sin embargo, ahora, cuatros años después, McCants sufrió una enfermedad renal y dolor abdominal crónico.
«Mi vida antes era bastante activa. Y ahora tengo un estilo de vida mucho más sedentario y estoy luchando con la fatiga», se lamenta el hombre, quien demandó al fabricante de los suplementos para lograr que pongan en el embase del producto una advertencia sobre los posibles riesgos que conlleva su consumo.
Según Herbert Bonkovsky, director de servicios hepáticos de la escuela de medicina de la Universidad de Wake Forest en Carolina del Norte, las personas que consumen extractos concentrados de té verde pueden tener un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud debido a que uno de sus ingredientes potencialmente tóxico.
