CIUDAD DE MÉXICO, octubre 30 (Agencias)
El próximo 28 de febrero será cuando el nuevo gobierno federal tenga que tomar la decisión sobre la continuidad del Gran Premio de México, el evento deportivo que mayor derrama económica genera, pero con una opacidad en los contratos que podría ser la clave para su cancelación.
Organizar una carrera de Fórmula Uno cuesta alrededor de 40 millones de dólares, de acuerdo con el secretario de Turismo, Enrique de la Madrid, con un retorno de inversión entre seis y siete veces mayor.
“Es una gran oportunidad para promover a México, para promover este gran país con esta capacidad de organización. No todo mundo lo capta pero tenemos que recordar que muchas noticias de México en el mundo son muy negativas y es una forma de compensar, de demostrar que así como salen malas noticias hay buenas”, indicó el funcionario durante el GP de México 2018.
La de 2019 será la última de las cinco carreras pactadas con F1, por lo que con el arribo de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia y Claudia Sheinbaum al Gobierno de la Ciudad de México se deberán renegociar unos contratos que, según advirtió Ana Guevara, próxima directora de Conade, se revisarán a fondo.
“Económicamente es viable, a nivel financiero es rentable, genera derrama económica, deja impacto económico a la marca país. Tocará a la nueva administración decidir si mantienen este proyecto a futuro. La derrama económica que deja en la CDMX supera hasta tres o cuatro veces la inversión”, explicó Horacio de la Vega, director del Indeporte de la CMDX.
El problema podría radicar en el Permiso Administrativo Temporales Revocable (PATR) que fue otorgado a Ocesa, empresa que opera el Autódromo Hermanos Rodríguez gracias a dicha concesión, que implica que solo el diez por ciento de las ganancias obtenidas en eventos realizados ahí se van a las arcas del Gobierno local, según datos solicitados por Elbigdata en 2015 a través del sistema de transparencia.
El Gobierno federal, a través del Consejo de Promoción Turística de México, reportó una inversión de 213 millones de dólares para traer de vuelta la F1 a México tras 23 años de ausencia.
“El gran beneficio es la imagen que gana en el exterior, el evento más visto en el mundo es el Mundial de Futbol pero luego la Fórmula Uno, que tiene millones de aficionados por el mundo que cuando ven la imagen de un México alegre, bien organizado, le da una gran imagen al país, soy de los que piensan que debe seguirse realizando”, comentó el ex presidente Felipe Calderón, quien durante su gestión otorgó contratos de cuatro mil millones de pesos a CIE, la empresa dueña de Ocesa, solo para organizar los eventos del Bicentenario.
“Nosotros apostamos a vincular a México con marcas como esta, como NFL, NBA y hasta Cirque du Soleil. Está pagado hasta el año siguiente, es muy rentable, está entre seis y siete veces el retorno de la inversión, con 40 millones de dólares lo que nos cuesta cada carrera. ¿Cuánto nos costaría esta visibilidad y promoción si la tuviéramos que pagar? La estimamos en no menos de 200 millones de dólares”, añadió De la Madrid.
Las cartas están sobre la mesa y quedan solo tres meses para conocer la postura del nuevo gobierno respecto a la permanencia de México en la máxima categoría.