Sonny Gilligan, un hombre de 74 años de edad, vivió para contar la extraña historia sobre cómo fue baleado por su perro… accidentalmente.
El animal acompañó a su dueño a una cacería de conejos en un desierto cerca de Las Cruces, Nuevo México.
Cuando la camioneta en donde se trasladaba se encontraba estacionada, fue cuando ocurrió el extraño incidente, luego de que el animal activara la escopeta por error.
“Charlie” puso su pata en el gatillo de la escopeta y al moverla, activó el arma, señaló el dueño, señalando que se trató de un accidente “extraño”.
El cartucho atravesó la espalda de su dueño, rompiendo varias costillas y la clavícula.
Pese a las heridas y a su enorme pérdida de sangre, el herido pudo llamar a servicios de emergencia, mismos que lograron estabilizarlo y salvarle la vida.