México, 7 Nov (Notimex).- Después de casi 10 años de servicio ininterrumpidos, Nick y Clío, dos de los tres ejemplares que integran la Unidad Canina del Instituto Nacional Electoral (INE) se despiden de esta institución, a la cual han servido de manera incondicional para resguardar la seguridad de los trabajadores y visitantes.
El otro ejemplar canino, Roy, que es el rudo de la unidad, sin ser agresivo, se convertirá en breve en el decano de esta unidad, pues a más tardar en 2019 llegarán los nuevos elementos caninos que ocuparán los lugares de Nick y Clío, y se informó que se analiza si serán dados en adopción.
Además, se planea ampliar esta unidad con dos perros más, para atender las necesidades de prevención y resguardo en otro edificio del INE que se encuentra en la delegación de Tlalpan, que debido a las necesidades de operación se han trasladado a ese sitio unidades técnicas especializadas del INE.
Ellos son tres pastores belgas malinois, que empiezan su jornada laboral desde antes de las 8 de la mañana, y se encargan de detectar, en las puertas de entrada del INE, posibles artículos nocivos, sobre todo explosivos, pues tienen capacidad para detectar 11 aromas.
Terminan su labor a las ocho de la noche, por la mañana, antes de las siete, sus entrenadores o manejadores, se encargan de llevarlos a que realicen sus necesidades, los limpian, y les dan de desayunar. Alrededor de las 13:00 horas, los llevan a las instalaciones donde viven, las cuales están perfectamente acondicionadas para que estén cómodos, y descansan un rato.
Luego realizan recorridos por los cuatro edificios que integran la sede del INE, para volver a incorporarse, por la tarde-noche, al acceso a la sede de este organismo autónomo, donde olfatean por día 400 artículos como bolsas, mochilas, sobres y paquetes entre otros.
Después, en los recorridos que hacen por las instalaciones revisan los automóviles y las motocicletas estacionadas, en total al año los semovientes, que es la manera correcta de nombrar a estos perros especializados, en este caso en detectar aromas, revisan unos cien mil artículos, y al día unos 35 vehículos entre motos y camionetas.
Raúl Almaguer, jefe de la Unidad Canida del INE, destacó que estos canes tienen un olfato muy fino, pues por ejemplo un ser humano tiene cerca de 100 células que desarrollan el sentido del olfato, mientras que los perros 100 mil.
Debido a ello un perro es capaz de oler cien mil veces más que el ser humano, por ejemplo, una persona, en una panadería detecta el olor del producto terminado y señala que se trata de un pastel o de un bolillo; mientras que los perros además de eso, huelen cada uno de los ingredientes.
Comentó que los semovientes realizan un óptimo trabajo y que se compaginan muy bien con sus entrenadores o manejadores, que son con los que hacen el binomio, y ellos son: Rogelio Trujillo, Omar Manuel López Luna, y él, y llegaron capacitados ya con una capacidad para detectar 5 aromas y en el INE se realizan operativos para continuar su entrenamiento.
“Aquí es como si llegaran de la prepa a la Universidad, llegan capacitados, pero aquí se hacen operativos para continuar su entrenamiento y ahora detectan hasta 11 aromas diferentes de explosivos”, dijo.
Los elementos caninos llegan al instituto con conocimiento de idiomas, pues los entrenan y obedecen mandos en inglés, francés y español. Que es el caso de Clío, que obedece comandos en francés.
Fernando Alejandro Martínez Badillo, coordinador de Seguridad y Protección Civil del INE, explica que la Unidad Canina se creó en el 2009, cuando el presidente del entonces Instituto Federal Electoral (IFE), Leonardo Valdés Zurita, decidió crearla para apoyar las labores de seguridad y prevenir e inhibir la posible llegada de objetos extraños al interior del instituto.
“El INE requiere un nivel de seguridad importante, en 2009 se crea la Unidad Canina del INE, tenemos tres ejemplares, son de la raza pastor belga malinois, en conjunto con tres manejadores que tenemos, que es personal con mucha experiencia, que tiene conocimientos en materia de medicina veterinaria, y en prácticas de policía Federal y Marina, formamos los binomios caninos”.
Explicó que la principal labor, además de los recorridos, son las tareas de olfatación en los bultos y en todas las cosas que ingresan al instituto, y para ello, el semoviente debe de tener un entrenamiento específico.
“En este caso, los de nosotros, tienen una capacitación específica paras poder detectar algún tipo de explosivo, y la propia raza del semoviente se presta mucho para el trabajo porque es amigable, recibe muy bien el entrenamiento y, sobre todo, se le capacita para que no sea huraño y no genere problemas al personal o visitador”, explicó.
Añadió que los semovientes están capacitados para detectar 11 aromas y en la temporada en que no hay proceso electoral Federal, lidian con una afluencia en el instituto de entre mil y mil 200 personas, entre trabajadores y visitantes, y en proceso electoral se llega a un nivel de más de dos mil gentes.
Indicó que los semovientes tienen una vida de trabajo de 10 años activos, el promedio de edad de los canes del instituto es de 8 años.
“El instituto ya está generando los mecanismos necesarios para que se pueda hacer el remplazo de estos semovientes de por lo menos dos de ellos y que ellos pasen a situación de retiro, así como los seres humanos lo hacemos, también ellos, y más que son una parte muy preciada y son miembros activos del servicio de nuestro instituto”, dijo.
Explicó que de 2009 a la fecha ya se hizo una renovación de dos ejemplares, y se tomó en cuenta la edad que traían los primeros elementos cuando llegaron al instituto, y después de casi 5 años de servicio fueron jubilados.
Indicó que para Nicko y Clío se busca, que a través de la Dirección Ejecutiva de Administración y por instrucciones del Secretario Ejecutivo y del presidente del Instituto, Lorenzo Córdova, estos perros pasen a situación de retiro para poder darlos en adopción, ya sea al personal del instituto o fuera del mismo.
Por su parte, los entrenadores Rogelio Trujillo, quien es fundador de la Unidad Canina y Omar López Luna, quien, aunque tiene siete años de experiencia en entrenar perros, entró al INE hace ocho meses, platicaron sus experiencias en la convivencia y trabaja cotidiano con los semovientes.
Rogelio Trujillo, comentó que a lo largo de estos nueve años nunca han tenido que enfrentarse a una situación de emergencia que involucre explosivos.
Incluso comentó que ha habido durante ese tiempo como tres ocasiones de amenaza de bomba, pero nunca se presentó, y que en estos momentos los canes trabajaron óptimamente, pues olfatearon y se pudo descartar una situación de emergencia.
Finalmente, López Luna destacó la importancia de que se identifiquen con el perro para poder trabajar mejor, y en este sentido, informó que los tres manejadores hacen binomio con cualquiera de los tres canes. Sin embargo, comentó que en muchas ocasiones el perro es el que “te escoge”.
“Siempre hay un perro que se apegue más a alguien, aquí cualquiera podemos manejar a los tres perros, pero hay uno que se acomoda más, le hace más fiestas al manejador, le gusta trabajar con él, y yo me llevo mejor con Nick”, comentó.
Finalmente, afirmó que el trabajo que se realiza en el INE y en particular en la Unidad Canina, es un orgullo, sobre todo ser parte de una institución como el INE, y estar con perros que son de trabajo que realizan muy bien su labor olfateadora.