México, 6 Dic (Notimex).- La esperanza de vida para la siguiente generación de mexicanos podría reducirse hasta 55 años, dos décadas menos de las que, en promedio, se vive hoy en día, además de que disminuirá la calidad de vida, afirmó la nutrióloga Maribel Yáñez.
Una de las principales razones de ambas condiciones, es la mala alimentación que se tiene en el país y un ejemplo de ello, dijo, es que México es uno de los países con mayor número de menores de edad con obesidad, además que el 20 por ciento de la población que estudia primaria sufre de diabetes.
La también directora de la escuela Nutripedegogía, destacó que en la población adulta existe una mala nutrición, que puede agravar otro tipo de padecimientos como enfermedades cardiovasculares, diabetes y tumores malignos, las principales causas de muerte en el país.
Explicó que la prevalencia de inadecuados hábitos alimenticios de la población, son una “mala copia” de un estilo de vida que se adaptó del “país vecino”, por lo que invitó a la población a regresar a las costumbres mexicanas y consumir alimentos del país que se caracterizan por una mejor calidad.
“Estamos copiando a una nación que nos manda comida procesada, e imitamos sus malos hábitos; la verdad es que tenemos que regresar a nuestras tradiciones, hace más daño una bolsa de papas fritas empaquetadas, que una quesadilla y un tlacoyo, las papas perjudican más la salud de la población”, señaló en entrevista con Notimex.
Destacó que pueden existir razones genéticas que incidan en el estado de salud de los mexicanos, por lo que cuando se define un tipo de alimentación en cada persona es necesario considerar todos las posibles factores.
Consideró que la población en general debe agregar más minerales a su dieta, dormir lo necesario, realizar ejercicio, eliminar el estrés en su vida y, sobre todo, “mejorar su relación con la comida” dando espacio para alimentarse con conciencia.
Maribel Yáñez informó que puso a disposición del público la página escueladenutripedagogia.com, donde imparte cursos a la población en general, aunque se enfoca a la nutrición de los menores de edad.
Los cursos son avalados por las secretarías de Educación Pública (SEP) y del Trabajo y Previsión Social (STyPS).