Shalma Castillo.-
Cd. Victoria, Tam.- La cancelación del Libre 17 ha sido rechazada por los ciudadanos, y también por los comerciantes instalados en esta avenida de la Capital.
El domingo de Libre 17 no solo era un día productivo para la convivencia familiar, sino también el día más fuerte para la venta comercial.
Pues aunque muchos negocios en la ciudad tienen un horario corto en ese día de la semana, en esta avenida se ampliaba hasta la noche, debido a la demanda que tenían.
“Los domingos cuando hay Libre 17 tenemos mucha venta, a veces la gente hace filas para comprar, no deja de haber movimiento en el transcurso de la tarde, y es uno de los días en que se vende más, sobre todo en temporada de calor”, expresó una trabajadora del negocio de helados que se ubica en la avenida Francisco I. Madero.
Aunque también a los que les pega la interrupción de este proyecto es a los pequeños emprendedores, jóvenes que para tener un ingreso que les ayude en la economía de su familia, para gasto escolar o uso personal, desde hace un par de domingos tuvieron que frenar su actividad.
“Nosotros vendíamos repostería, pays, quequitos, hojarascas, aunque no tenemos negocio formal, llevábamos charolas y la gente nos compraba. Pero no somos solo a nosotros, hay bastantes chavos que venden diferentes cosas, es un ingreso extra que teníamos”, mencionó una joven que también acudía cada domingo a este lugar.
Otro caso, los chicos de la Ulsa que preparaban y vendían hotdogs, o el muchacho de la hielera con jugos, que ahora se ven limitados a continuar con esta actividad, dado a que ha dejado de funcionar la dinámica de Libre 17 peatonal.
Vender entre el camellón del 17 es cosa complicada, porque el camino fluye, no se pueden detener debido al flujo de personas. Y estar en la calle Hidalgo también es difícil, porque el espacio está muy reducido.
El descontento, además, llegó a los que tienen mascotas, que esperaban cada fin de semana para sacarlos a pasear por esta calle.
“Desde que mi perro tenía un año lo llevo, pero ahora no puedo, porque es difícil pasar por el camellón porque hay mucha gente, sobre todo ahora que se van a tomar fotos con las luces de Navidad”.
“Si dicen que va poca gente, que hagan algo para revivirlo, porque cerrarlo no es la solución, es una distracción familiar”.