Adela Hernández.-
TAMPICO, Tam.- Durante treinta años Isabel Durán formó parte del grupo de danzantes de la Virgen de Guadalupe de la colonia Bahía en el municipio de Altamira y este miércoles 12 de diciembre acudió a la catedral de Tampico para dejar su atuendo pues una trombosis en la pierna no le permite seguir venerándola.
Asegura que su devoción a la Virgen de Guadalupe le fue heredada por sus padres y ahora ella hace lo mismo con sus hijos, Edwin y Lixy quienes ya son danzantes.
Con lágrimas en los ojos asegura que desea seguir en el grupo sin embargo su estado de salud ya no le permite, pues en ocasiones los recorridos son muy largos y se cansa mucho.
Por la devoción a la Virgen de Guadalupe, dijo que pudo participar durante 30 años en las diversas actividades religiosas en los municipios de Tampico, Ciudad Madero y Altamira aunque en ocasiones no se les brindara de comer e inclusive una botella con agua.
“Sí, se sufre mucho y más cuando no te dan una botella con agua y no puedes parar porque tenemos que cumplir, señaló.
Cabe mencionar que el grupo de danzantes de La Virgen de Guadalupe llegó a la catedral de Tampico al medio día de este 12 de diciembre encabezado por Isabel Durán quien justo cuando llegó al altar se quitó su atuendo y lo tendió sobre el altar de la morenita del Tepeyac, posteriormente fue abrazada por sus compañeros quienes ante la emoción también lloraron.
Más de siete mil feligreses acudieron este 12 de diciembre a la Catedral de Tampico para venerar a la Virgen de Guadalupe, habiéndose montado para ello un dispositivo de seguridad.
Durante todo el día, cientos de familias en su mayoría con niños vestidos de inditos acudieron a dejar su ramo de flores y su veladora al pie del altar.
Como cada año, los comerciantes entre los vendedores de flores, alimentos y los fotógrafos se instalaron sobre la plaza de armas para ofrecer sus productos a los miles de feligreses que llegaron a venerar a la Virgen de Guadalupe.