NUEVA YORK (AP) — De una manera extraña, Saúl «Canelo» Álvarez carga con una mayor presión al enfrentar el sábado al desconocido Rocky Fielding que cuando se midió dos veces ante Gennady Golovkin.
Una derrota contra el campeón mediano de la AMB no solo podría amargar su victoria por decisión sobre Golovkin hace unos meses, sino que también enredaría significativamente los planes futuros de la estrella mexicana.
Álvarez subirá de las 160 libras a las 169 en busca de su tercer título en una división distinta, lo cual lo pondrá en un sitial especial en el panteón del boxeo mexicano — solo ocho otros compatriotas han reinado en tres categorías diferentes. Ese es el objetivo en el Madison Square Garden ante Fielding, un rival que se le señala casi sin opciones pese a ser el dueño del título.
“Para mí significa mucho entrar en ese grupo selecto de mexicanos”, dijo Álvarez. “Es lo que me motiva. Es muy el poder formar parte de esa lista de peleadores de élites mexicanos. Quiero dejar un legado. Es lo que busco, hacer historia. Y la puerta está abierta, así que estoy bien motivado para ganar esta pelea”.
En cuanto a subir de división, pero descender en cuanto a jerarquía — nadie pone al inglés Fielding (27-1, 15 nocauts) a la misma altura de Golovkin — Álvarez insiste que no hay que preocuparse. Todavía no se ha puesto pensar en su calendario de peleas para 2019.
“Nunca me excedo en confianza, sea el favorito o no”, dijo Álvarez (50-1-2), cuya única derrota ante Floyd Mayweather se dio hace cinco años, cuando el Canelo no estaba del todo pulido para enfrentar a un boxeador tan completo. “No le doy importancia quién es el favorito. En el boxeo, un golpe puede cambiarlo todo; cualquier cosa puede pasar en el ring. Lo que hago en los entrenamientos es lo que me da la confianza para lo que puedo hacer en el ring”.
Lo que puede hacer en el tinglado es pegar con poder, defender con soltura, atacar con velocidad o sigilosamente. Es poco probable que Fielding, en su primera defensa de título, haya visto a alguien en el ring.
Fielding dio la sorpresa al vencer a Tyron Zeuge en Alemania el 14 de julio, noqueándole en el quinto asalto.
A sus 31 años, ésta es su gran oportunidad, como si fuera una película de Rocky.
Aunque la única que presenció un evento deportivo en el Garden fue un partido de los Knicks hace tres años — Álvarez también debutará en la mítica arena — Fielding no da señales de sentir pánico escénico.
“Ya lo saben, yo fui a Alemania y nadie apostaba por mí ahí”, dijo sonriente. “Acá es lo mismo. Nadie apuesta por mí, pero me he preparado bien. Creo en mí. Vengo como un campeón”.
Álvarez, de 28 años, es un campeón de mayor renombre. Muchos le consideran como el mejor boxeador del momento y cuenta con varias victorias notables en su trayectoria. Aparte del triunfo y el empate ante Golovkin, Álvarez superó a Miguel Cotto, Amir Khan, Erislandy Lara, Shane Mosley y Austin Trout. Más de algún experto cuestina que Fielding tenga la capacidad de darles pelea a todos ellos, mucho menos con Canelo.
Pero Álvez sube del peso mediano al supermediano, y eso puede ser traicionero.
“Ese es el riego, subir de peso, enfrentar a alguien acostumbrado a pelear contra tipos fuertes, acostumbrados a absorber golpes más fuertes”, dijo Álvarez. “Asumo el reto, pero me gusta este reto. Tomo riesgos para hacer historia”.
Inevitablemente, Álvarez tiene que responder a preguntas sobre una tercera pelea ante Golovkin, al considerarse lo reñido que fueron las primeras dos, y el dinero e interés sigue al alcance. No las descarta cuando se le consulta al respecto, pero es obvio que está pensando en Triple G.
Por ahora.
“No es ningún secreto que queremos ganar este pelea y volver a nuestra división, las 160 libras”, dijo. “Pero podemos hacer combinaciones entre las 160 y las 168. Ya veremos lo que trae el futuro … pero puedo garantizar que volveremos a las 160”.
La pelea previa a Álvarez-Fielding entre el canadiense David Lemieux y Tureano Johnson fue cancelada, luego que Lemieux fue hospitalizado por problemas de deshidractación al tratar de hacer el peso. Ex campeón mediano, Lemieux siempre ha tenido dificultades para cumplir con el límite de las 160. Sonaba como posible rival de Canelo con una victoria convincente el sábado.