México, 21 Dic (Notimex).- Unas 21 organizaciones campesinas, la mayoría afiliada al Partido Revolucionario Institucional (PRI), mantiene bloqueados los accesos de la Cámara de Diputados, en donde trabajadores, legisladores y visitantes no pueden ingresar ni salir.
Los quejosos, ellos de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Central Campesina Cardenista, Congreso Agrario Permanente y Unión Campesina Democrática, entre otras, exigen incremento de presupuesto al campo.
Se prevé que se sumen 50 mil campesinos de Antorcha de un momento a otro, en protesta por la reducción del presupuesto al agro mexicano.
El diputado priista y líder de la CNC, Ismael Hernández Deras, demandó que se restituya como un primer paso los más de 20 mil millones de pesos para el presupuesto del campo del año próximo.
“Que no se nos reduzcan los 20 mil (millones), por supuesto que para nosotros sería una apertura muy importante del grupo parlamentario mayoritario, pero lo menos es que siga el presupuesto como estaba en este año”, subrayó.
Según el legislador del partido tricolor, “se trata de una disminución histórica, que afectará gravemente al desarrollo del sector agropecuario”.
Aseguró que todas las organizaciones campesinas comparten el mismo propósito, colaborar y cooperar, participar con el gobierno de la República, “porque sabemos que solamente así habremos de impulsar y generar una energía social».
Hernández Deras indicó que están evaluando en qué programas solicitarán como organizaciones campesinas, una asignación mayor para el año próximo.
Por su parte, la diputada de Morena, Tatiana Clouthier, pidió ayuda a través de su cuenta de Twitter, escribiendo: “No se si para bien o para mal mas estamos secuestrados en Congreso”.
SOS, no se si para bien o para mal mas estamos secuestrados en Congreso. Lo que no está bien y @SPCCDMX debería hacer algo pues encadenaron puertas y es peligroso
— Tatiana Clouthier (@tatclouthier) December 21, 2018
Mientras al interior de San Lázaro, trabajadores buscaban alternativas para comer, pues restaurante y cafeterías lucían abarrotadas, incluso hubo quienes compraban comida desde las rejas.
Otros intentaban sin éxito abandonar las instalaciones, era prácticamente un secuestro, pues todo estaba bloqueado y no había forma de salir ni de entrar.