diciembre 14, 2024
Publicidad
diciembre 23, 2018 | 146 vistas

Shalma Castillo.-

Cd. Victoria, Tam.- Conocer la cultura asiática, plagada del simbolismo espiritual, no ha sido fácil… Y para Mirzy Salas, tamaulipeca de 22 años, estudiante de Publicidad y Comunicación de Mercados, está claro…

Aunque es un reto que está en chino… su vida en Hong Kong transcurre aprovechando un intercambio en el ramo laboral…

La única barrera es el idioma, su comunicación con la gente a su alrededor tiene que ser en inglés… o simplemente a señas….

Y a un semestre de graduarse del Tecnológico de Monterrey, ya tiene una amplia experiencia en el ramo profesional.

Su labor en el Text100, una de las mejores agencias de publicidad y relaciones públicas, que tienen oficinas en todo el mundo, y ella trabaja con el equipo de creativos y digital de Hong Kong.

Una de las principales cuentas con las que labora, es la cadena hotelera Four Seasons Internacional, haciendo investigaciones de mercado, contenido creativo y reportes de paid media.

DEJAR EL MIEDO PARA CONOCER UN MUNDO DIFERENTE

La intención de realizar un intercambio lo más lejos posible de México y, sobre todo, con una cultura totalmente diferente, inicia desde que Mitzy entra a la universidad… el siguiente paso se da un año antes, empezando a planear el lugar y opciones para aplicar.

“Si soy sincera, en ese entonces pienso que mis ganas son de irme muy lejos, y no es tan fácil ir a Asia como a Europa, el querer conocer ese otro lado del mundo, además se me hace muy interesante la manera de hacer publicidad allá, y para mí Asia es como un lugar de mucha paz y espiritual”, expresa.

Las opciones son entre Singapur, Hong Kong y Japón, pero el problema es el idioma, porque en muy pocos lugares de Asia hablan inglés; y en Hong Kong hay más posibilidades de que lo hablen y más fácil el comunicarse con la gente.

La perspectiva antes de todo esto, y lo que dicen las personas sobre ese lugar y su gente, es totalmente distinto a la realidad…

“Antes, mi pensar sobre Hong Kong y lo que todos me dicen de ello, es que los asiáticos son súper groseros y que nadie me va a hablar en inglés ni querer ayudar, pero al contrario cuando llego allá, toda la gente muy linda, me ayuda en el aeropuerto”…

“Al llegar, aún no cuento con Internet y que me salgo a comprar algo a la tienda de la esquina, en eso me pierdo, y pienso ¿cómo le voy hacer? ¿cómo me voy a regresar?…”

“Yo hablándoles a todos en inglés, pero nadie me entiende, y hasta que una chava logra entenderme y me dice ‘no te preocupes, yo te ayudo’, y me acompaña hasta mi departamento, y te das cuenta que no es que no te quieran ayudar, es que no te entienden”.

 

LA VIDA EN HONG KONG

Los compañeros de la oficina, muy amables, pero diferente su manera de pensar… plática…

Comida nueva, platillos que jamás en su vida ha probado, y lo casual que come casi a diario, es el dimson, dumplings, estas son bolitas que ponen al vapor, de masa delgadita blanca y están rellenas de camarón o verduras…

Los primeros días, la gran batalla para adaptarse a un sabor y toque distinto al mexicano, pero al pasar el tiempo se acostumbra a comer lo que hay, mucho fideo y marisco, porque casi no comen carne.

Los asiáticos son muy ordenados y entregados a lo que hacen, aunque, como en todos lados… hay de todo; “en la oficina hay gente que se queda horas extra, trabajan los fines de semana, y no porque se los pidan, es porque ellos quieren dar más del cien y todo lo hacen meticulosamente”.

Las horas de trabajo son iguales, pero de nueve de la mañana a las seis de la tarde, aunque hay gente que trabaja hasta los fines de semana, pero es su forma de ser, porque al menos en el trabajo de Mitzy, dice que nadie exige esas horas extra, pero a ellos les gusta hacerlo.

Platica que vivir en Hong Kong es muy caro, los departamentos son muy chiquitos… “extremadamente chiquitos”, hay gente que vive en un cuarto donde solo cabe una cama individual, un baño a lado y ya es todo, y para poder rentar un departamento normal es carísimo y ese normal sería uno chiquito en México.

Para lavar la ropa, lo hace en lavandería, porque la lavadora de su casa es muy chiquita y sin secadora… comenta.

“A la vuelta de donde vivo hay lavanderías baratas y rápidas, y en el edificio cuentan con el servicio de lavandería, pero una vez que se me ocurre mandar la ropa y que se encoge todo y desde ahí que ya no lo vuelvo hacer”.

Y un día normal para Mitzy, es desayunar en la oficina porque ahí tienen fruta y comida para los empleados, en la hora de comida va a restaurantes cerca, al salir de la oficina va con sus compañeros a cenar o a ver películas en el depa de alguno.

A diario se mueve en metro o autobús, el metro está súper limpio y la gente es respetuosa.

Ah, y allá usan la moneda del Hong Kong dólar, y uno de esos equivale el doble, si son diez Hong Kong dólares, van a ser 20 pesos.

 

LAS TRADICIONES

Las tradiciones que le toca vivir a Mitzy en su estancia en Hong Kong, es el día de muertos, una costumbre distinta a la mexicana… “cuando salgo del departamento, veo que todos están en las esquinas de la calle prendiendo incienso, y hasta el siguiente día pregunto en la oficina que por qué hacen eso, y me dicen que es una costumbre por el día de muertos, tienen que prender incienso afuera de su casa para los espíritus que andan en la calle esos días, tienen que proteger su casa contra los espíritus malos y en esa fecha nadie sale o regresan temprano, porque los espíritus andan sueltos”.

También el día del dragón hacen un baile en la calle y van personas cargando una figura de un dragón grande hecha con incienso, tocando tambores, bailando y con fuegos artificiales.

El día de la Independencia de Hong Kong es libre, comen unos pastelitos que se llaman mooncakes, son muy pesados y del tamaño de la palma de la mano, pero lo dividen entre cuatro, porque está muy fuerte.

 

EXPERIENCIAS QUE NO SE OLVIDAN

Vivir un typhoon (huracán) del nivel más alto Hong Kong, es de las vivencias que siempre va a recordar.

“Ahora me acuerdo y me río con mis amigos porque estábamos llorando y enloqueciendo… un día de locos”…

“Como cualquier día, me levanto, me baño y al salir de la regadera me siento maridada, pero no, no soy yo, es el edificio que con el aire se mueve, en eso me marca una de mis amigas y me dice ‘se está inundando mi departamento, por favor ven, ayúdame’, para eso vamos otro amigo y yo, nos quedamos atorados en el elevador, un caos, yo llorando porque me habla mi roomie y me dice que la ventana de mi cuarto está rota y todo inundado, me dice ‘olvídate de tus cosas’ y yo le digo; pero cómo, ahí está mi pasaporte, cómo me voy a regresar a México”…

“No hay manera de salir del edificio, no podemos hacer nada, solo esperar a que pase… y en eso ni siquiera está lo fuerte del huracán… una experiencia muy horrible, en la que en ese momento pienso que ahí quedé, pero después mis roomies me dicen que sacaron mis cosas de valor para rescatarlas, lo que me tranquiliza, y ya, después de un rato mejor nos juntamos en un departamento a ver películas en lo que pasa el huracán, llorando, luego riéndonos de recordar cómo nos quedamos en el elevador”.

Lo sorprendente es que, pese a ser uno de los huracanes de nivel más alto, al día siguiente, como si nada hubiera pasado, todos trabajando, no hay nada en la calle, ni árboles tirados, ni anuncios, la ciudad se levanta rapidísimo… cuando en México pasa un huracán de la mitad del nivel de ese, tardan meses en recuperarse las ciudades, y en Asia de un día al otro como sin nada.

 

LA EXPERIENCIA LABORAL

En la agencia le toca apoyar al equipo de Four Seasons, hacer campañas, pautas en Facebook, Linkedin y estar monitoreando, también conseguir las imágenes más apropiadas para las campañas, y ver que no se pasara del presupuesto.

También hacer investigaciones de mercado, para ver la promoción más adecuada; “por ejemplo si queremos atraer turistas japoneses, investigo qué les gusta hacer, intereses, a dónde viajan y con base a eso hacer lo demás”.

 

CRECIMIENTO LABORAL Y PERSONAL

“Esta experiencia me ayuda mucho para ser más abierta, ver diferentes formas de vivir y pensar, no estar cerrada, porque antes me costaba un poco más hablar con gente de otras culturas, me ayuda a atreverme hacer cosas diferentes que por miedo no hago, además el estar en un lugar donde no conoces a nadie, te obliga a ser amigable, y también estar alejada de todos, por el horario de 14 horas de diferencia, me ayuda a desconectarme de México”.

Mirzy dice que lo principal es dejar el miedo… “muchas veces me comunico hasta con señas de plano, pero siempre vas a encontrar gente igual que tú, entre todos se ayudan, antes de irme me daba miedo por no saber el idioma, ni si la gente va a ser buena o mala, pero lo más importante es tomar el primer paso, leer mucho sobre el transporte, cómo hablan, cómo saludan, porque allá es solo de mano”.

 

CONOCIENDO ASIA

Viajando por Singapur, Shanghai, Beijing, Tokio, Kioto, Tailandia y Corea, los favoritos son Tailandia y Kioto; “es diferente según el país, en Tailandia son muy risueños, la comida rica y barato, está lleno de templos, es más espiritual, lleno de color oro los edificios, es distinto a China, ahí si son fríos, en Japón son amables”.

Hong Kong es como New York, muchos edificios, moderna, no hay espacio, tiene templos, tiene playa cerca y bosques.

 

Comentarios