En esta época decembrina, nunca está de más el poder disfrutar de una buena película en familia y por eso Disney y la institutriz más querida han vuelto para brindarnos una historia llena de magia y mucho corazón
Redacción
Este lunes llegó a nuestra cartelera la película “El regreso de Mary Poppins”, cincuenta y cuatro años después de que fuera estrenada “Mary Poppins” protagonizada por la icónica actriz Julie Andrews.
Ahora en esta nueva versión, se cuenta con las actuaciones de Emily Blunt como la entrañable niñera mágica; Lin-Manuel Miranda como el simpático farolero, y Ben Whishaw como el adulto Michael Banks.
Hay que mencionar que Lin- Manuel, quien es actor, compositor y dramaturgo, conocía al director del filme (Rob Marshall) por producciones de teatro y cine como “Cabaret” y “Chicago”, así como a los compositores Marc Shaiman y Scott Wittman por la música de “Hairspray”.
Como ya se mencionó antes, Miranda interpreta al farolero Jack mientras que Emily Blunt, a Mary Poppins. Esta vez el artista, de origen puertorriqueño, tuvo que traer a la mesa un personaje completamente diferente al del rígido y ambicioso Alexander Hamilton.
“El regreso de Mary Poppins” ahonda en este misterioso personaje con un aroma, que aun siendo nuevo, nos es francamente familiar. Recordemos dónde habíamos dejado la historia al final de la primera parte.
Todo resuelto, los niños ya juegan con sus padres y la cometa. Y entonces, la institutriz a la que dio vida Andrews, decide volver a ese lugar enigmático allá en las nubes, de donde procede esta particular educadora infantil, cuyo origen nunca aclaró su madre literaria, P.L. Travers.
Ahora, ha pasado el tiempo, 25 años desde el final de la cinta y son los hijos de los Banks los que necesitan ayuda de Mary tras la muerte de la madre de los pequeños de la familia. Todo ello, agravado por una penosa situación económica, hace que la vuelta de nuestra protagonista sea más que necesaria.
La clave para entender el porqué precisamente es el momento ideal para volver a este icónico personaje lo da el director de la cinta, Rob Marshall: “Trata sobre recuperar al niño que llevamos dentro y tener esperanza en un momento muy complicado. También me parece muy oportuna teniendo en cuenta el clima actual que impera en el mundo”.
Todo ello, sumado por supuesto a la nostalgia que impera en la industria cinematográfica que miraba con recelo una muy tardía secuela de una de las joyas de la corona de Disney. Julie Andrews, decidió declinar la invitación del equipo para dar todo el protagonismo a la nueva Mary (Emily Blunt).
Esta cinta ha sido calificada como apta para todos los públicos con el distintivo especialmente recomendada para la infancia, por lo que resulta un plan muy indicado para toda la familia. Por lo que a fin de cuentas, Disney y Marshall cumplieron: han regalado a los niños y personas de todas las edades una historia digna de disfrutar.
