Redacción El Diario
Cd. Victoria, Tam. – Tras años de investigación relacionada con la protección a la ecología y el manejo sustentable de los recursos, expertos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) han implementado el uso de manglares o zonas bióticas para mitigar algunos de los efectos de la contaminación y el cambio climático en diversas zonas de la entidad.
Tal es el caso del proyecto que busca minimizar el impacto que pudiera presentarse en la zona sur de Tamaulipas debido a la actividad de la industria petrolera, como así lo destaca el investigador del Instituto de Ecología Aplicada (IEA), doctor Carlos Zamora Tovar.
Entrevistado al respecto, explicó que actualmente trabajan en las áreas naturales protegidas de la Laguna Madre y Delta del Río Bravo, y están iniciando trabajos en la zona sur de Tamaulipas.
“La idea es empezar a trabajar con las escuelas de nivel básico, medio y medio superior, para empezar a hacer concientización del cuidado del manglar, que es una comunidad muy resiliente y sobre todo muy fácil de que se pueda recuperar, pero si nosotros como humanos le damos una asistencia, la recuperación es mucho mejor”.
“Esto es lo que estamos haciendo, empezamos a hacerlo en la zona sur, que es la zona donde más problemas ambientales tenemos, contrariamente para la zona norte, es más un proceso de reforestación, pero las condiciones ambientalmente desde el hecho que es un área natural protegida”, indicó.
Refirió que la conservación y uso de manglares para combatir impactos nocivos al medioambiente es una labor que realizan desde el año 2015, “pero, previo a ello, la experiencia propia radica en el manejo de ecosistemas costeros, en el IEA empezamos trabajando con algas marinas, posteriormente con pastos marinos, con vegetación de dunas costeras, y ahora estamos en la línea de manglares”.
“El trabajo es en todo el litoral; en el sur vamos a empezar a trabajar con concientización a nivel escolar, y empezar a generar conciencia entre los jóvenes del cuidado de los ecosistemas, sobre todo en aquellos bachilleratos enfocados a la ingeniería, empezar a trabajar con ellos en remediación y restauración ecológica”.
“El mangle es un ecosistema muy benévolo tiene la alta capacidad de biorremediar el suelo, pensando que en el sur tenemos mucha contaminación derivada de la petroquímica y sobre todo de aguas negras”.
“El mangle es un ecosistema que mitiga el impacto del oleaje y en el anuncio que tenemos sobre el impacto del nivel del mar, y sobre la acidificación del océano, el mangle viene a mitigar estos impactos y también contribuye a la captura del bióxido de carbono, además de su importancia social, porque tiene relación con la pesca en el estado”, puntualizó.
Finalmente, apuntó que aunque el manglar tiene solo cuatro especies, alberga una de las mayores biodiversidades, ya que habitan un sinfín de aves, cangrejos, moluscos y otros invertebrados más.