México, 2 Ene (Notimex).- Hace dos años, Ana fue diagnosticada con cáncer de mama. En la batalla contra esta enfermedad perdió el seno derecho, recibió cinco quimioterapias y está en los cinco años de tratamiento profiláctico para evitar que reaparezca este mal.
Después de su alta médica, lo que más desea es una cirugía reconstructiva para recuperar su mama, pues, aunque actualmente usa una prótesis, al llegar la noche, la huella de la mastectomía le recuerda el momento más difícil que ha pasado en su vida.
Ana tiene 50 años de edad, y aunque el cáncer no afectó su matrimonio e incluso a su esposo parece no importarle su cicatriz, ella dice: “deseo volverme a sentir y verme como una mujer completa; pero no quiero que me pongan nada más un pegote, espero una cirugía que no haga diferencia con mi otro seno, porque sé, de otras pacientes, que han quedado muy artificiales o como chuecas”.
El uso de la tecnología 3D (tercera dimensión) ofrece la oportunidad de que las mujeres con una mastectomía lateral o bilateral, puedan recuperar un seno que es el clon de la mama sana.
“El escaneo se realiza de la mama sana, nos crea un molde tridimensional exacto y preciso, y ese diseño se imprime creando un molde como tal, que nos va a servir como patrón preciso y exacto para moldear ese tejido y tener tanto la misma forma, como el miso volumen”, explicó Alejandro Cruz Segura, especialista del IMSS en cirugía plástica y reconstructiva.
El tejido tomado, en 85 por ciento de los casos, del abdomen de la propia paciente, es el material para realizar las nuevas mamas, lo que reduce un riesgo de rechazo por el organismo y ofrece un beneficio adicional que es un tipo de cirugía estética en esa parte del cuerpo dejándole una mejor talla.
Actualmente, se realiza la reconstrucción con tejido de la mujer mediante una conexión microvascular, pero se efectúa sin un patrón o un molde y la cuantificación del volumen o la forma es subjetiva, como popularmente se diría, al tanteo.
“Y, en casi todas las ocasiones el colgajo está vivo, pero es más grande o más chico; y cuando le atinamos al volumen, la forma no nos queda y hay que volver a operar cinco o más veces, hay pacientes que se han llevado al menos cinco procedimientos y otras hasta 10 cirugías”, detalló.
El médico adscrito al Servicio de Cirugía Plástica Reconstructiva del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional La Raza, y líder del proyecto de reconstrucción mamaria con tecnología 3D, señaló que la nueva técnica permitiría realizar la cirugía en una sola intervención.
Para llevarla a cabo, solo se necesita que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) adquiera un escáner y una impresora profesionales, cuyo costo es de aproximadamente 60 mil dólares, y en las primeras cinco o seis cirugías podría recuperarse la inversión.
De esta forma, el Instituto se convertiría en pionero a nivel mundial, pues actualmente se hacen prótesis mamarias en 3D para uso externo y no para implantes permanentes, apuntó.
La paciente quedaría con una fina cicatriz en la parte superior del seno, menos agresiva que la de la mastectomía y con ello mejoraría la autoestima. El grueso de las mujeres con cáncer de mama que posteriormente buscan una reconstrucción mamaria tienen entre 47 y 50 años de edad.
Con el escáner se tomarían las medidas de la mama sana en una especie de fotografía y prácticamente se clonaría su forma y volumen para después imprimirla en un molde de silicón, siendo una práctica indolora y completamente segura para la persona.
Cuando la paciente fuera sometida a una doble mastectomía, se le presentarían fotografías y moldes con diversas formas de senos para que la interesada pudiera elegir la que vaya más con su estilo y se realizarían los moldes, dejando ambas mamas con la misma forma y volumen.