No es extraño que vayas caminando por la casa después de levantarte, descalzo y que de repente te des un golpe en el dedo del pie con la esquina de la cama. Pareciera que en ese momento lo único que calma el dolor son las maldiciones, y esto correcto.
Según un estudio realizado por la Universidad de Klee de los Estados Unidos, la sensación de producir malas palabras saliendo de tu boca a todo pulmón ayuda a minimizar el malestar.
En la investigación se midió la respuesta al dolor de los participantes que se encontraban en un chorro de agua helada y se dieron cuenta que los que gritaban malas palabras aguantaban el sufrimiento por más tiempo.
Según hipótesis del doctor Richard Stephens, autor del estudio, el cuerpo resiste el dolor al gritar malas palabras, ya que activa una respuesta emocional similar a cuando se trata de nivelar el estrés.
Sin embargo, el estudio también descubrió que el efecto analgésico es menos potente, o no se produce, cuando la persona dice palabras altisonantes con mayor frecuencia, por lo que si se usa en exceso esta técnica podría no funcionar.
Con Información de: El botiquín.mx