En Petersburg, Kentucky, Cody Lutz y su familia hicieron un gigantesco muñeco de nieve de dos metros de altura y alguien trató de destruirlo, pero la maldad le salió cara.
Cody Lutz descubrió con asombro unas marcas de llantas en la nieve que terminaban donde estaba el gigantesco muñeco y es que parecía que alguien haba conducido su auto hasta ahí con la intensión de derribar al muñeco.
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Lo que el maldoso no sabía era que a base del muñeco era un trozo de árbol cortado.
«Karma instantáneo». Con estas palabras Lutz comentó la situación a WXIX-TV, también comentó que esperaba que el malhechor aprendiera una lección, ya que seguramente tuvo que llevar su vehículo a reparar.
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Con información de: actualidad.rt.com
