Rubén Jasso.-
Decenas de trofeos, medallas y reconocimientos, son parte de la cosecha que ha logrado a lo largo de muchos años, dedicándose a lo que más le gusta: entrenar a niñas, niños y jóvenes en los deportes que lo han apasionado desde pequeño, como es el beisbol y el softbol.
Originario de Valle Hermoso, pero con fuertes raíces en la Capital del estado, Martín Botello Zúñiga es un entrenador consolidado que sigue trabajando día con día para pulir esa fuente inagotable de peloteros talentosos, que tantas veces le han dado alegrías y satisfacciones, entre ellos sus propios hijos.
Una soleada, pero fría tarde de martes, acudimos a la Villa Deportiva de Tamatán, para entablar una plática con el reconocido entrenador, quien gira instrucciones a un grupo de niñas y algunos niños, para iniciar la práctica de bateo.
Ubicado cerca de la primera base, nos relata su historia, recordando que en sus inicios trabajaba junto a entrenadores de una mucha trayectoria.
“Entrenábamos primero con los grandes de la Liga como Arnulfo Mata y Ramón Alfaro, entrenábamos en unos campos donde era la antigua Junta Local de Caminos que es ahora Soriana, (también) en el campo del crucero que es de la SCT, en la Modelo, en la América de Juárez, en todos lados, hasta que llegamos aquí en el Gobierno de Cavazos Lerma, esto eran puros naranjales y Felipe Leal (Director de Deportes en ese sexenio) dijo que iba a ser una Unidad Deportiva”, señala.
30 AÑOS Y CONTANDO
Su etapa como entrenador inició en noviembre de 1989, llegando poco después a ser el pilar de la Liga Universitaria de beisbol infantil, encontrando al paso de los años el mejor aliciente que podía tener, pues con el nacimiento de su hijo y posteriormente de sus dos hijas, se dedicó en cuerpo y alma a formar peloteros.
“Esto ha sido más de la mitad de mi vida, voy a cumplir 48 años y pues la verdad ha sido una labor muy buena, porque aquí se han formado muchos niños que ahora son doctores, ingenieros, maestros y eso es una de las grandes satisfacciones”, dice con orgullo, sobre todo, porque sus alumnos y alumnas no se olvidan de él.
“Algunos llegaron a jugar beisbol profesional, pero a mí lo que más me enorgullece es ver a muchachos que son ahora profesionistas, eso es lo que más me llena de orgullo, que donde quiera que me ven me saludan, a veces ya no me acuerdo de ellos, pero me dicen quienes son, en que época jugaban y pues ya uno los recuerda”, explica.
Al frente de Tamaulipas, Martín Botello ha cosechado infinidad de éxitos a lo largo de los años, pero él mismo señala una competencia en especial, que lo marcó por todo el proceso que llevaron a cabo y que culminó con la obtención de la medalla de oro, cumpliendo la meta que se habían establecido.
SU MEJOR LOGRO
“Hemos ganado campeonatos nacionales, pero creo, lo que ha significado mucho para mí, ha sido la Olimpiada Nacional del 2015, trabajamos sobre ese objetivo desde que las niñas eran chicas, desde 12-13 años, pero poniendo un objetivo a tres, cuatro años, que fue el logro que tuvimos”, recuerda.
Dicha competencia se realizó en Monterrey, Nuevo León, ganando el equipo cuerudo en la final a Sonora, por pizarra de tres carreras a una, para quedarse con el campeonato en la categoría juvenil menor femenil.
Botello Zúñiga recuerda que la base de aquel equipo era de Victoria, además de varias jóvenes de otros municipios, contando con un grupo talentoso que trabajó muy duro por ese objetivo, que finalmente lograron.
En ese conjunto estaban jugadoras como Naomi Barbosa de Tampico, Laisa Cabrera de Matamoros, además de Valeria Rivas y Samanta Urbina que, ahora estudia y juega para una Universidad de Florida, así como sus hijas Abigaíl y Mar, entre otras integrantes, aportando cada una su granito de arena, para lograr el campeonato.
“Acoplamos un grupo muy bueno y se nos dio ganar la Olimpiada Nacional juvenil menor y el varonil que lo traían otros compañeros también, entonces ese año fue para Tamaulipas muy bueno, yo creo que ha sido el mayor logro, independientemente de que hemos ganado otros torneos estatales y nacionales, pero para mí ha sido lo mejor”, destaca.
Y es precisamente por su empeño y larga trayectoria, que hace algún tiempo fue “inmortalizado” al recibir el galardón que le permitió tener su lugar en el Salón al Mérito Deportivo de Ciudad Victoria, donde se encuentran las placas de quienes son considerados las glorias del deporte en nuestra Capital.
“La verdad me llegó de sorpresa, no sé si (es) inmerecido o merecido, pero bueno, la gente que está ahí ve el trabajo que realizamos a diario y que lo hacemos porque nos gusta, con el apoyo de los padres de familia y del Instituto del Deporte, que nos ayudan con varias cosas, te digo, voy a cumplir 30 años (como entrenador) y pues tal vez ya andemos cerca del retiro, pero mientras Dios nos de vida y paciencia, aquí vamos a estar”, sostiene.
SIGUEN SU EJEMPLO
Y justamente es la compañía de sus hijos, la fortaleza que lo impulsa cada día para continuar con su labor diaria, dando cada uno lo mejor de ellos para seguir el buen camino que les ha inculcado su padre.
“Martín tiene ahorita 22 años, él ha representado a México en muchos torneos internacionales y ha jugado muchos nacionales, gracias a Dios, y actualmente nos ayuda a entrenar niños y niñas, porque también es coach de una selección de Olimpiada”.
Y también habla con orgullo de sus hijas, “Abigail ha jugado también un buen nivel, fue a un Mundial en el 2017 y ha estado en varios torneos internacionales, de hecho fue reconocida en Colombia como la mejor infield de un torneo y eso es un gran logro”.
Y destaca también las cualidades de la más pequeña.
“La más chiquita es Mar Alicia, va trabajando y va bien, ella es la que nos falta que llegue a una selección nacional, esperemos que este año pueda estar, sino, pues Dios dirá y pues ahí la llevamos”, dice con orgullo, al tiempo que reconoce el enorme potencial que existe entre las jovencitas de Victoria para la disciplina del softbol.
“Aquí también hay otras muchachas que están buscando oportunidad en selección, todas con el fin de llegar a algo más lejos, que representen a Victoria en algo, internacionalmente como lo hizo Diana Castillo, que a veces nos ayuda a entrenar”, señala.
Y algo que reconoce también Martín Botello, es que el éxito no se construye con el esfuerzo de una sola persona y por eso él brinda el crédito a quienes lo han acompañado en el trabajo diario de formar peloteros ganadores.
“Ahorita estoy a la cabeza y aquí con las niñas nos apoya el ‘profe’ Carlos Plata, mi hijo Martín Castillo y el ‘profe’ Luis Fernando Castillo Tello que es mi brazo derecho en esto, desde el 2012 tenemos trabajando juntos y hemos hecho una gran labor”.
A Diana Castillo le reitera su agradecimiento al igual que a sus hijas Abigaíl y Mar Alicia, pues ellas dedican su tiempo en apoyar a los peloteros pequeños.
“Ha sido una labor de todo un equipo, yo nunca digo atrás de mí, siempre digo ‘a mi lado’, somos un equipo que trabajamos, porque los niños y las niñas estén mejor cada día, somos un conjunto con la Asociación, con los demás entrenadores de Tamaulipas que trabajamos para obtener todos los resultados que se van dando poco a poco”, agrega.
Casi para concluir la charla, Martín Botello comenta que las puertas siempre están abiertas para niñas y niños que deseen aprender lo relacionado al softbol y beisbol, respectivamente.
Además, asisten a instituciones educativas para detectar talentos.
“Hacemos exhibiciones, vamos a una escuela y de ahí llegan dos, tres, cuatro, cinco… vamos a otra y llegan más, les explicamos lo que es el beisbol y softbol, las diferencias que hay, así es como llegan, por eso hacemos exhibiciones en las escuelas”, concluye.