Alfredo Guevara.-
Matamoros requiere de la integración de una mesa de diálogo, con representantes de los gobiernos Federal, estatal y municipal, para que de manera permanente atiendan las condiciones laborales de los obreros y conozcan la postura de los empresarios, en aras de poner fin al conflicto que se vive desde finales de enero a la fecha.
El delegado de la Secretaría de Gobernación, Eliseo Castillo Tejeda, dejó en claro que la Federación ha estado participando a través de sus instancias laborales en Matamoros, aunque supo reconocer que en esa población fronteriza se requiere de alguien de tiempo completo, para dirimir en el lugar de los hechos, cualquier circunstancia que se dé en el sector productivo.
Reconoció que, a casi un mes de haber estallado el movimiento obrero en Matamoros, de una u otra forma ha faltado poner solución a un conflicto que ya generó los primeros altercados entre obreros y elementos de la Policía Estatal, en una empresa de Matamoros, donde la mayoría de los empleados querían trabajar.
“Lo que sucede es que se tiene que buscar que se respete el Estado de Derecho, actuar conforme a las leyes, una huelga debe ser decretada por la autoridad competente, y también los empresarios tienen el derecho de exigir, que sino está apegado a derecho un movimiento, se debe seguir con los procesos de producción”, indicó.
Castillo Tejeda subrayó que el conflicto laboral de Matamoros es un tema que compete a todos los niveles de Gobierno, como otros de tipo social, político, económico, del empleo.
“Si empezamos a echarnos la culpa unos y otros, creo que ese no es el camino, por eso consideramos que debe integrarse una mesa de diálogo con representantes de los tres órdenes de Gobierno (federal, estatal y municipal) con presencia sindical, empresarial y que la sociedad vea que hay interés de todos por encontrar una solución en un problema que afecta a todos”, sostuvo.
El delegado de la Secretaría de Gobernación consideró que nunca es tarde y siempre hay tiempo para encontrar solución a los problemas, con una participación conjunta de las tres instancias de Gobierno, donde lo único que se pretenda es encontrarle solución, para que persista la paz y la tranquilidad laboral en el sector productivo.
