CIUDAD DE MÉXICO.- El próximo 26 de mayo, Manuel Germán Ramírez Valdovinos cumplirá 19 años en prisión sentenciado por haber matado a un hombre que sigue vivo, lo que es reflejo de un sistema de justicia que no investiga, que acusa inocentes, que fabrica pruebas.
Fue detenido con violencia y sin orden de aprehensión el 26 de mayo del año 2000, en Tepexpan, municipio de Acolman, al oriente del Estado de México, por ministeriales; lo esposaron, lo subieron a la parte trasera de un automóvil, sin placas, con vidrios polarizados; le taparon el rostro y comenzó su tortura.
Acusado de homicidio, sin pruebas ni testigos, fue ingresado a una penitenciaría del Estado de México, donde lo trasladaron de un penal a otro, de un juzgado a otro; el juez Tercero de lo Penal de Toluca, Arturo Velázquez Méndez, lo condenó a más de 40 años de prisión.
Entre las pruebas falsas fue presentado el cadáver, el no correspondía a color de piel, ni estatura ni señas particulares como lunares y cicatrices de la víctima, que los familiares habían expuesto ante el Ministerio Público.
Se comprobó que la persona que según había matado estaba viva, señaló Carmen, la esposa de Manuel, por lo que pide justicia para él, ya que lleva 19 años pagando un delito que jamás cometió.
Con información de: www.sdpnoticias.com