Ciudad del Vaticano, 23 Feb (Notimex).- El cardenal alemán Reinhard Marx reconoció hoy aquí la destrucción por parte de la Iglesia católica de los archivos sobre abuso sexual infantil, durante su intervención en la tercera jornada del Encuentro sobre la Protección a Menores en la Iglesia.
El arzobispo de Múnich y Freinsing pidió asimismo ante los 190 participantes al encuentro implementar la rastreabilidad y transparencia en el manejo de los casos de abuso sexual de menores porque “son un factor decisivo para la confiabilidad y credibilidad de la Iglesia”.
El religioso alemán, quien forma parte del consejo de cardenales del Papa Francisco, dijo que los expedientes que pudieran documentar décadas de esos actos terribles cometidos por curas, incluso indicar nombres, fueron destruidos, o ni siquiera se crearon, lo que permite que los delitos continúen.
Indicó que los archivos fueron destruidos para evitar la documentación y esa mala administración llevó “en gran medida” a que más niños resultaran perjudicados, que sus derechos fueran “pisoteados” y que la Iglesia no cumpliera su misión.
“El abuso sexual de niños y jóvenes se debe, en una parte no insignificante, al abuso de poder de la administración”, dijo el jefe de los obispos alemanes a los asistentes a la cita convocada por el pontífice.
Al criticar el “secreto pontificio” presentado a menudo como justificación, incluso en los casos de abuso sexual, pidió mayor transparencia sobre los juicios y exigió que se dé a conocer el número de casos examinados por los tribunales eclesiásticos y sus detalles.
“La transparencia significa que las acciones, decisiones, procesos, procedimientos y así sucesivamente son comprensibles y rastreables”, dijo y añadió que “no es la transparencia lo que daña la Iglesia, sino los actos de abuso cometidos, la falta de transparencia o el encubrimiento consiguiente”.
La participación del cardenal alemán tuvo lugar en la tercera jornada del Encuentro, durante la cual se debatió el tema de la “transparencia”. La cita terminará mañana con una misa y la intervención final del Papa Francisco.