Brandel les comentó a los agentes que dos hombres involucrados en su quiniela del Super Bowl le robaron 16.000 dólares, lo subieron a un automóvil y condujeron por dos días. Finalmente, lo dejaron amarrado en su camioneta.
Los investigadores determinaron que Brandel había puesto nombres falsos en su quiniela de 50.000 dólares con la esperanza de llevarse la mayor parte de las ganancias. Sin embargo, no le alcanzó para pagar.
Brandel fue acusado de fraude y de reportar un incidente que resultó ser falso.
No se pudo contactar a su abogado para comentarios al respecto.