Ginebra, 8 Mar (Notimex).- La actriz mexicana Yalitza Aparicio destacó hoy su orgullo de estar contribuyendo al cambio en México, gracias a que ha hecho saber a las mujeres que sí pueden hacer lo que antes creían que les era imposible.
La actriz fue una de las invitadas al evento con el que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) celebró el Día Internacional de la Mujer.
En la ocasión estuvo acompañada por Marcelina Bautista, quien dirige una fundación dedicada a las trabajadoras del hogar que en todo el mundo suman 67 millones de personas, 80 por ciento de ellas mujeres, indígenas, inmigrantes y niñas.
Yalitza conversó en el auditorio de la OIT con la conductora británica de televisión Femi Oke, a quien narró pormenores de su trabajo en «Roma», la galardonada película mexicana que triunfó en diversos festivales cinematográficos en el mundo, incluyendo los premios Oscar.
Aparicio se declaró afortunada de que a diferencia de muchas otras jóvenes, en particular de grupos originarios en México, su familia no le haya inculcado los roles tradicionales de crecer y casarse, a pesar de que por la influencia de los medios, la creencia general es que no hay mucho futuro para las mujeres.
Me decían de pequeña que para qué estudiaba, que era mujer y tenía que quedarme en la casa. «Que me iba a casar y ese era mi futuro», recordó ante Oke, de origen nigeriano.
Pero por suerte, destacó, crecí en una familia increíble que me decía que el hecho de que fuera mujer no me impedía hacer cosas, viajar y luego, si quería, casarme.
La licenciada en Educación Preescolar reveló que ha recibido cartas de mujeres jóvenes de su comunidad en el sureño estado de Oaxaca, en que le aseguran que ahora están convencidas de que pueden hacer lo que deseen, dedicarse a cualquier tipo de actividad.
Recordó que ella estaba apartada de los medios de comunicación por voluntad propia, pues no se veía reflejada por ellos, y cuando se enteró de las pruebas de actuación que realizaba Alfonso Cuarón para «Roma», lo investigó a él y a otros miembros de la producción, pues pensaba que era una farsa.
Ya en el elenco del filme, su director le hizo darse cuenta que podía llegar a más, que no tenía que ser conformista, que había que experimentar, recordó quien se sigue considerando profesora.
Indicó que la mayoría de los actores de la cinta tampoco son profesionales, salvo Marina de Tavira, quien le enseñó que el apoyo entre mujeres es muy importante, y siempre le asesoró en lo que no comprendía.
Oke cedió luego la palabra a Bautista, líder de una fundación para las trabajadoras del hogar y quien acompañó a Yalitza, la cual señaló que estas trabajadoras merecen respeto y un sueldo justo.
Bautista refirió que en la película el personaje de Cleo, que interpreta Yalitza, y el de la ama de casa actuado por de Tavira, son solidarias, pero no debe de perderse de vista su relación laboral, el de una trabajadora y su empleadora.
En ese sentido, la película retrata la realidad de millones de trabajadoras del hogar en el mundo, donde la tendencia es a la sumisión por la necesidad que tienen del empleo.
La película nos hace entender que la desigualdad es la que nos ha hecho diferentes a las mujeres y que las mujeres necesitamos reconocernos como trabajadoras, porque todas somos trabajadoras, subrayó.
La visión de la relación laboral se pierde cuando a las trabajadoras del hogar se les dice que son parte de la familia, lo que impide el ejercicio de sus derechos laborales, acotó.
Las mujeres debemos trabajar para pasar de la desigualdad a la sororidad (concepto que refiere la hermandad entre mujeres capaces de solidaridad y de cambiar su realidad), indicó por último Bautista.