Agencias.-
Su interpretación dejó a todos con la boca abierta y recibió una lluvia de aplausos y claveles de parte del público; no obstante, no ganó el primer lugar… El joven José José tenía apenas 22 años de edad cuando vivió uno de los mejores momentos de su carrera, un hecho que marcó su vida y el rumbo que tendría en la industria musical.
José Rómulo Sosa Ortiz nació el 17 de febrero de 1949 en la Ciudad de México. Debido a su gran calidad vocal, en 1965 logró un contrato para realizar su primera grabación profesional con Discos Orfeón.
Para 1968 ya gozaba de fama en nuestro país con el sencillo “La Nave del Olvido” y en 1970 triunfó en el Festival de la Canción Latina (que después cambió al Festival OTI), al interpretar el tema “El Triste”.
“El Príncipe de la Canción” se presentó al concurso vistiendo un saco que recordaba al personaje de “El Principito”, de Antoine de Saint-Exupéry, pero no fue bautizado así por su look, sino por su voz y por una de sus canciones más famosas; la canción de “El Triste”, con la que representó a México fue escrita por Roberto Cantoral, quien se inspiró durante un vuelo de regreso a México para asistir al funeral de su hermano.
El intérprete mexicano nos regaló una actuación impresionante que dejó con la boca abierta a Marco Antonio Muñiz y que sorprendió enormemente a personalidades ya consagradas como Angélica María y Alberto Vázquez. Cuando la canción acabó, Andrés García subió al escenario para abrazarlo, el jurado estaba de pie y el público rendido a su voz. De inmediato una lluvia de aplausos y claveles inundaron el lugar.
Sin duda, José José era el favorito, era imposible que no ganara… pero sucedió. No ganó el primer lugar, sino el tercero. La canción triunfadora fue “Canción de Amor y Paz”, en voz de la cantante brasileña Claudia. Sin embargo la fama para José José empezaría a partir de ahí y hasta el día de hoy sus canciones siguen llegando al corazón de todo aquel que las escucha.