diciembre 13, 2024
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marzo 30, 2019 | 160 vistas

PALM BEACH, Florida, EE.UU. (AP) — El gobierno del presidente Donald Trump anunció que está suspendiendo la ayuda directa de Estados Unidos a tres países centroamericanos, luego de que el mandatario amenazó con cerrar la frontera con México en cuestión de días, a menos que el gobierno mexicano frene de inmediato la inmigración ilegal.

Aunque Trump ya ha amenazado con cerrar la frontera y se ha abstenido de hacerlo, su gobierno tomó acción directa contra El Salvador, Guatemala y Honduras. El Departamento de Estado precisó en un comunicado que suspenderá los pagos de 2017 y 2018 a esas tres naciones centroamericanas, que son el origen de la mayoría de los migrantes que han marchado en caravanas de a través de México hasta la frontera con Estados Unidos.

El gobierno de Trump no dio una explicación inmediata de la medida, pero Trump ha vuelto la desaceleración de la inmigración de esos países a través de México un tema fundamental de su presidencia.

Un grupo de representantes demócratas que visitó El Salvador denunció la decisión del gobierno de recortar la ayuda a la región.

«Mientras visitamos El Salvador para evaluar la importancia de la ayuda de Estados Unidos a Centroamérica para abordar las causas fundamentales de la migración familiar e infantil, nos sentimos muy decepcionados al enterarnos de que el presidente Trump tiene intenciones de cortar la ayuda a la región», dijo la declaración de cinco el representantes, entre ellos Eliots L. Engel, quien preside la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes. «El enfoque del presidente es totalmente contraproducente», dijo el comunicado.

El anuncio se produjo un día después de que Trump amenazó con cerrar toda la frontera de Estados Unidos con México la semana próxima, a menos que el gobierno mexicano frene de inmediato toda la inmigración ilegal.

Una medida tan drástica afectaría las economías de ambas naciones, pero el mandatario subrayó: “no estoy bromeando”.

«Podría significar todo el comercio” con México, indicó Trump ante las preguntas de periodistas en Florida. «La vamos a cerrar por mucho tiempo».

“Si México no detiene inmediatamente toda la inmigración ilegal que viene a Estados Unidos a través de nuestra frontera sur, yo cerraré la frontera, o grandes secciones de la frontera, la próxima semana”, tuiteó Trump el viernes por la mañana.

Durante más de dos años, Trump ha prometido construir un muro largo e impenetrable a lo largo de la frontera a fin de detener la inmigración ilegal, si bien el Congreso se ha mostrado reacio a otorgar el dinero necesario.

Mientras tanto, el presidente ha amenazado repetidamente con cerrar la frontera, pero esta vez, cuando un nuevo grupo de migrantes centroamericanos se dirige al norte, la situación parece ser distinta, ya que ofreció una fecha específica.

Un cierre sustancial podría tener un impacto especialmente fuerte en las comunidades transfronterizas desde San Diego hasta el sur de Texas, así como en supermercados que venden productos mexicanos, fábricas que dependen de partes importadas y otros negocios en todo Estados Unidos.

El comercio entre ambos países involucra diariamente cerca de 1.700 millones de dólares en bienes, de acuerdo con la Cámara de Comercio de Estados Unidos, que afirmó que el cierre de la frontera sería “una absoluta debacle económica” que amenazaría cinco millones de empleos estadounidenses.

En Florida, Trump repitió en varias ocasiones que para las autoridades mexicanas “sería muy fácil” detener a los migrantes que recorren México antes de tratar de ingresar sin autorización a territorio estadounidense, “pero sólo toman nuestro dinero y hablan”.

La secretaria de Seguridad Nacional Kirstjen Nielsen insinuó que Trump se refería al actual incremento en el número de familias, en su mayoría centroamericanas, que se dirigen al norte a través de México.

Muchas de esas familias han estado solicitando asilo, lo que según la ley estadounidense no requiere que ingresen a Estados Unidos por un cruce fronterizo oficial.

Nielsen dijo que Estados Unidos podría cerrar los puertos de entrada designados para redistribuir al personal a fin de ayudar a procesar a los padres y a los niños. Los puertos de entrada son pasos fronterizos oficiales que utilizan los residentes y los vehículos comerciales.

“Si tenemos que cerrar los puertos para atender a la cantidad de gente que viene, lo haremos”, dijo Nielsen.

La Casa Blanca no respondió por el momento las preguntas sobre si la posible medida de Trump se aplicaría al transporte aéreo.

Trump hizo sus declaraciones después de que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijera que su país estaba haciendo su parte para combatir el contrabando de migrantes.

«Queremos tener una buena relación con el gobierno de Estados Unidos», reiteró López Obrador el viernes. «Nosotros vamos a seguir ayudando para que el flujo migratorio, los que pasan por nuestro país, lo hagan en el marco de la ley, en forma ordenada, que no haya violación a sus derechos humanos, eso es lo que estamos haciendo».

Marcelo Ebrard, el secretario de Relaciones Exteriores de López Obrador, tuiteó que “México no actúa con base en amenazas” y que es el “mejor vecino” que Estados Unidos podría tener.

Los legisladores demócratas y republicanos discrepan sobre si realmente hay una «crisis» en la frontera, particularmente en medio de la presión de Trump para que se construya un muro fronterizo, el cual, según él, resolverá los problemas de inmigración, aunque un muro no detendría a las familias que cruzan en puertos oficiales para entregarse a las autoridades estadounidenses.

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