Cassie Hope, de 29 años de edad y embarazada, fue declarada culpable de homicidio después de haber dejado a su hija de tres años encerrada en su patrulla más de cuatro horas, para ir a tener sexo con su jefe, por lo que la menor murió de calor.
La corte del Condado de Harrinton en Indiana, Estados Unidos, argumentó que la sentencia podría ser de 20 años de prisión, por dejar a Cheyenne sola y amarrada a su sillita para bebés en el automóvil, por lo que cuando su madre volvió la menor había muerto.
«No sé qué podría hacer para ti que resultara ser peor de lo que ya has experimentado”, le dijo el juez. “Siempre estarás sepultada en la prisión de tu propia mente”, añadió frente a la mujer, misma que será sentenciada el próximo mes.
La corte informó que tanto la mujer como su jefe, Clark Ladner fueros despedidos del cuerpo de policía tras los hechos el pasado septiembre del 2016, mientras que, el padre de la menor, Ryan Hyer, se mostró devastado por la muerte de su hija.
“Cada vez que cierro los ojos, me imagino su sufrimiento y luego la imagino acostada en su ataúd”, confesó el hombre, quien presentó una denuncia en contra del Departamento de Policía de Long Beach y los Servicios de Protección Infantil de Mississippi por la injusta muerte de su hija.
Con Información de: Debate
