Rogelio Rodríguez Mendoza.-
Cd. Victoria, Tam.-
Durante los últimos años ha crecido el número de hombres que, por la vía judicial, demandan alimentos a su esposa o concubina, informó el magistrado de Poder Judicial Federal, Guillermo Cuautle Vargas.
El hecho es importante, dijo, porque culturalmente se tiene la creencia de que solo la mujer tiene el derecho de exigir alimentos al hombre.
“La ley da el mismo derecho de solicitar y recibir alimentos tanto a la mujer como el hombre, pero culturalmente siempre ha sido ella quien más ejerce ese derecho. De cada diez juicios por alimentos en el 90 por ciento la demandante es la mujer y solo en el diez por ciento los hombres”, indicó.
Pese a ello, cada vez más son más los hombres que acuden ante los tribunales de justicia a reclamar alimentos de su mujer, sobre todo cuando por enfermedad o discapacidad están impedidos para valerse por sí mismos y la pareja está en condiciones de aportarlos.
“Desde luego que debe haber una valoración por parte del juez para determinar la posibilidad de la mujer de dar los alimentos y el vínculo legal con el demandante. Si la mujer tiene posibilidad de dar los alimentos debe darlos”, señaló.
El juzgador de segunda instancia estimó que en los últimos años ha crecido en un diez por ciento el número de juicios por alimentos en que el demandante es el hombre.
“Otro ejemplo de que el hombre está reclamando más su derecho es que antes no había pensiones para los viudos y ahora ya las está habiendo, aunque hay que litigar el asunto, porque de ordinario las autoridades no conceden el beneficio”, señaló.
Admitió que socialmente se sigue viendo extraño que un hombre exija alimentos de su esposa, pero se trata de algo que, con la perspectiva de género y el fortalecimiento de la educación en derechos humanos, está siendo una práctica más común.
Dentro de ese mismo contexto, Cuautle lamentó que en los juicios de divorcio los padres sigan usando a los hijos como instrumento legal para obtener algún beneficio de tipo económico o con relación a la custodia o convivencia con ellos.
“No hemos madurado como padres para saber que los hijos tienen derecho a convivir con ambos miembros de la pareja. Casi siempre se utiliza a los hijos para exigir una mayor pensión alimenticia”, mencionó.