Fue el pasado sábado 13 de abril cuando en la región de Tlalpan, en la Ciudad de México, Gabriel, de 30 años de edad, salió de su casa con una mochila en la que llevaba papeles y documentos para buscar trabajo diciéndole a su esposa que no tardaría.
Sin embargo, el tiempo pasaba y la mujer se empezó a preocupar por que su esposo no regresaba, entonces decidió comenzar a realizarle llamadas y mandarle mensajes por WhatsApp, todo fue en vano, pues cinco días después se enteró de la terrible noticia.
La Policía de la Ciudad de México le informó que el cuerpo de su esposo fue descubierto en la carretera Picacho Ajusco con señales de tortura, mutilación de orejas, un arma punzocortante clavada en el cuello y golpes que concluyeron en su asesinato.
La Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX) abrió una carpeta de investigación y corroboraron que Gabriel no fue víctima de asalto, aunque las investigaciones continúan para esclarecer lo sucedido y localizar a los responsables.