El gobierno de Australia quiere matar a dos millones de gatos salvajes para el próximo año utilizando salchichas venenosas, ya que los funcionarios consideran que representan una amenaza para las poblaciones nativas.
Según el gobierno australiano, su objetivo es «reducir el impacto de los depredadores salvajes y aumentar la capacidad de recuperación de nuestras especies nativas» porque los gatos «dañan la productividad del sector agrícola de Australia».
En la actualidad, hay entre dos y seis millones de gatos en libertad en todo el país, y quieren matar dos millones para 2020, lo que dice que es un importante contribuyente a la extinción de al menos 27 mamíferos.
El plan es cebar a los gatos con salchichas letales hechas de carne de canguro, grasa de pollo, hierbas, especias y un veneno llamado 1080, capaz de matar al animal 15 minutos después de haberlo consumido.