México, 28 Abr (Notimex).- La menopausia prematura, antes de los 50 años de edad, causa a las mujeres mayores complicaciones de salud como osteoporosis, infartos, problemas musculares y de articulaciones por la falta de hormonas.
Aproximadamente 70 por ciento de las féminas llegan a esta etapa entre los 40 y 49 años, período que puede durar entre de seis meses a 15 años, según el endocrinólogo Alexander O. Krouham.
En un artículo, explicó que la menopausia representa el momento de vida a partir del cual dejan de producirse las hormonas sexuales femeninas, cuando termina la etapa reproductiva en la mujer. Los síntomas pueden ser muy discretos en algunas y en otras afecta incluso su calidad de vida.
Los malestares más importantes son: bochornos, cambios emocionales, resequedad vaginal, disminución de libido, trastornos del sueño y alteraciones en la estructura corporal por acumulación de grasa y pérdida de masa muscular.
La falta de hormonas sexuales incrementa los riesgos de osteoporosis, ataques al corazón y “derrames” cerebrales, degeneración macular (daño en la retina que puede producir ceguera) y enfermedad de Alzheimer, entre otros, señaló.
Por su parte, el coordinador del Programa de Peri y Postmenopausia del Instituto Nacional de Perinatología “Dr. Isidro Espinosa de los Reyes”, Guillermo Ortiz Luna, afirmó que la menopausia prematura puede originarse por múltiples situaciones.
Entre ellas, la pérdida del útero o de la función del ovario, por problemas de la endometriosis, una cirugía complicada y cáncer.
La terapia de reemplazo hormonal es el tratamiento más eficaz para los síntomas causados por la deficiencia de estrógenos, sin embargo, la prescripción de la dosis, tiempo y método dependerá de las condiciones de salud y edad de la persona.
Por ejemplo, está contraindicada para las pacientes con cáncer de mama, ovario o endometrio; mientras que en mujeres con dislipidemia, problemas de obesidad o hipertensión se les prescribe terapia por vía transdérmica (cremas), para que la hormona se distribuya en todo el cuerpo sin llegar al hígado, a fin de evitar la formación de trombos.
