CIUDAD DE MÉXICO, mayo 3 (Notimex)
Con una carrera que para muchos es grande, pero que para otros no termina de consolidarse como uno de los grandes en la historia del boxeo, Saúl “Canelo” Álvarez es el nuevo multimillonario del deporte de los puños y en la actualidad es el boom en los medios de comunicación.
El tapatío es uno de los atletas mejor pagado del planeta; la plataforma DAZN lo firmó en 2018 con un contrato por 365 millones de dólares por once peleas, que deberá realizar el jalisciense en los próximos cinco años; por encima de los futbolistas Neymar y Lionel Messi y el beisbolista Mike Trout.
Lejos de la grandeza de Julio César Chávez, considerado el mejor peleador mexicano de la historia, el “Canelo” emerge como la figura, como la bandera del pugilismo azteca, aunque arriba del ring deja dudas en cada combate y sigue sin convencer a los expertos y aficionados.
El boxeo, como todos los deportes profesionales, es un negocio que genera ganancias exorbitantes para sus practicantes y allegados. Saúl ha tenido una administración perfecta en los últimos años por la promotora Golden Boy Promotions, contra rivales con los que pudo lucirse y embolsarse millones de billetes verdes.
Arriba del ring y ante rivales de jerarquía, hizo buenos los pronósticos de “una derrota anunciada”, ya que cuando enfrentó al estadounidense Floyd Mayweather jr., considerado el mejor libra por libra en la última década y quien se retiró imbatido, el tapatío fue superado claramente.
El jalisciense fue exhibido por el “Money Maker” y es la única derrota que presenta en su récord. Tuvo un polémico empate y un triunfo ante Gennady Golovkin (con ganancias aproximadas de 70 millones de dólares) y ante el puertorriqueño Miguel Cotto, siendo los mejores rivales y de renombre que enfrentó. Más allá de los resultados, generó millones de compras en el sistema de Pago Por Evento (PPE) que fueron directo a su cuenta bancaria.
Después de esos desafíos, el promotor Oscar de la Hoya lo volvió a colocar en el gusto de la gente, de los patrocinadores y de la televisión por cable, con sendos nocauts ante Amir Kahn, Liam Smith y el último a Rocky Fielding. También sostuvo una pelea que causó morbo ante Julio César Chávez jr., quien peleó dando la impresión de sólo subir al ring a cobrar.