México, 10 May (Notimex).- Después del primer embarazo, las mujeres alcanzan una madurez neuronal difícil de observar en otra etapa de la vida que permite optimizar la toma de decisiones, mejora la memoria y desarrolla una atención selectiva.
Eduardo Calixto González, académico de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que en el embarazo el cerebro reorganiza las redes neuronales, lo que mejora los procesos cognitivos.
Al embarazarse y tener un bebé, detalló en un comunicado, existe una madurez cerebral y las madres tienen la facultad de olvidar pensamientos egoístas e incrementar el instinto de protección en los cuidados de su hijo.
Ese proceso se debe a diversas hormonas: la oxitocina que segrega el cerebro genera apego con el bebé, en tanto que la progesterona y los estrógenos también ayudan a reforzar el lazo afectivo.
“Así, el cerebro de las futuras madres está dispuesto para tener más actividades relacionadas con el cuidado de los hijos; así garantizan el cuidado del ser humano y disminuyen los riesgos de vida del bebé”, detalló.
El también jefe del Departamento de Neurobiología del Instituto Nacional de Psiquiatría detalló los cambios en el sistema inmunológico que provocan vómitos en esa etapa.
El organismo detecta células que no le pertenecen y ocurre una inmunosupresión fisiológica (disminución de la respuesta inmunológica), por lo que cambia la percepción de lo que se come y huele.
Durante esa etapa ocurren procesos más complejos que provocan cambios también en el padre de familia. De esta forma, cuando una mujer embarazada convive con su marido transmite las hormonas de la gestación por medio del sudor o la saliva y provocan un impacto en el cerebro del varón.