En estudios que desarrolla la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) para conocer más acerca de los insectos considerados benéficos en el control biológico de plagas agrícolas, se registró la presencia de una avispa que combate al gusano cogollero en cultivos de maíz experimental en el municipio de Güémez.
El reporte lo dio a conocer la estudiante del Doctorado en Ciencias, Sistemas Agropecuarios y Medio Ambiente de la UAT, Ana Karen Serrano Domínguez, en un artículo publicado por la Sociedad Mexicana de Entomología en su Boletín de Divulgación Científica.
El artículo registra a un parasitoide (Euplectrus plathypenae Howard) criado en laboratorio de una muestra de gusano cogollero en maíz obtenida del Campo Experimental “La Posta” (Güémez, Tamaulipas) de la Facultad de Ingeniería y Ciencias (FIC) de la UAT.
Al respecto, comentó que este trabajo es parte de un proyecto del Doctorado sobre las plagas y sus enemigos naturales, en este caso insectos del orden hymenóptera que atacan al gusano cogollero (Spodoptera frugiperda), una plaga que afecta las plantas del maíz.
“Es una especie que ya está descrita y ha sido registrada en otros municipios”, precisó, tras subrayar que la presencia de esta especie no se había registrado en el municipio de Güémez.
“Lo que se está haciendo es buscar parasitoides en el municipio de Güémez y Victoria. Lo que se hace es recolectar larvas de lo que es la plaga Spodoptera, y se traen a laboratorio donde se sigue su desarrollo”.
“Y podemos observar en este caso si las larvas están parasitadas, porque ahí vienen las larvitas del parasitoide encima. Se recolectaron larvas parasitadas, se les llevó al desarrollo, y lo que emergió fueron parasitoides de la especie Euplectrus, una avispa de la familia Eulophidae”.
Menciona que la avispa registró un tamaño de 2.5 milímetros, aunque pueden variar dependiendo del hospedero en que se encuentre, en este caso la larva del gusano cogollero, “pueden salir incluso hasta de tres milímetros”, añade.
Apuntó que en el país hace falta mucha investigación para saber la distribución de las especies, y considera que aun cuando ya están descritas, es importante conocer su presencia y ubicación para utilizarlas y evitar el uso de insecticidas químicos.
“Lo que se quiere hacer es buscar las especies que están presentes aquí y utilizarlas para que se evalúen como controladores de esta plaga. En general lo que se usa es el control químico con insecticidas, sin embargo, si lo vemos desde la perspectiva ecológica, tienden a desarrollar resistencia a los insecticidas químicos más rápidamente”.
“Los productores tienen que estar aplicando el producto, y eso lo hace menos costeable, económicamente hablando. Y muchas veces los productores no lo ven así, que durante el tiempo de residualidad que tenga el producto, van a poder bajar niveles de población de la plaga, pero tan pronto se termine el efecto, va a regresar. Esto, además de los daños al ambiente por utilizar productos químicos”, concluyó.
En su reporte indica que en México se han registrado alrededor de 15 especies de Braconidae y un número similar de Ichneumonidae, asociadas al combate del gusano cogollero, de las cuales siete de braconidos y cinco de ichneumónidos se encuentran en Tamaulipas.
Ana Karen es Ingeniero en Biotecnología por la Universidad Autónoma de Chiapas, con Maestría en Entomología Tropical por el Colegio de la Frontera Sur, y fue invitada a cursar el posgrado en la UAT por la doctora Juana María Coronado Blanco, su asesora en los proyectos y una de las más reconocidas especialistas en entomología en México.