diciembre 14, 2024
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Estrés, mal necesario para accionar ante la vida diaria

mayo 27, 2019 | 199 vistas

México, 27 May (Notimex).- Ante situaciones desafiantes, el estrés es una respuesta automática y natural del cuerpo, y es un mal necesario para tener estímulos y accionar ante la vida diaria, dijo Argentina Robledo Domínguez, psicóloga de la Dirección General de Atención a la Salud de la UNAM.

Señaló que si el estrés es moderado es positivo y útil para levantarse de la cama y realizar actividades cotidianas, sin embargo, cuando se vuelve crónico puede causar trastornos emocionales y enfermedades gastrointestinales y cardiovasculares, alertó la especialista en un comunicado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Explicó que el estrés por lo general se detona por separaciones, pérdidas, cambios (de trabajo, casa o escuela), acontecimientos que ocurren de forma inesperada, hablar en público, el tráfico vehicular, un viaje, exceso de actividades y la incertidumbre.

“Mucho estrés es igual a cansancio, ansiedad y enfermedad; poco equivale a aburrimiento, apatía y frustración, pero cuando es óptimo, con equilibrio y moderación es igual a creatividad, satisfacción y éxito”, dijo en la conferencia “Estrategias contra el estrés”, dentro del Ciclo de Promoción de la Salud y el Autocuidado de la Facultad de Ingeniería.

Robledo Domínguez precisó que entre las señales o síntomas físicos de estrés crónico están: La tensión muscular, sobre todo en cuello y hombros; cefalea localizada en la nuca; malestar estomacal; sequedad de boca; taquicardia; sensación de falta de aire y temblores.

Los síntomas también pueden ser emocionales y expresarse con irritabilidad, impaciencia, nerviosismo, falta de concentración, negativismo y falta de interés con disminución del deseo de realizar actividades que antes eran consideradas placenteras.

Además, pueden ser de comportamiento, como trastornos del apetito, abuso de drogas, insomnio, ansiedad con ataques repentinos de “acelere” y malas relaciones interpersonales.

La terapeuta sugirió para manejar el estrés dos tipos de respiración con los ojos cerrados: La diafragmática, en la que lentamente se dirige el aire hacia el estómago y se conserva ahí por un momento antes de soplar, y la inhalación y exhalación por la nariz hasta escuchar el paso del aire. “Repetir este tipo de respiraciones cinco veces seguidas ayuda a reducir la ansiedad”.

También aconsejó la relajación muscular progresiva, que consiste en tensar cada parte del cuerpo para luego liberarla, así como reír con frecuencia.

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