Mérida, 27 May (Notimex).- Un equipo multidisciplinario del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en esta entidad, salvó a un niña prematura extrema que nació a las 27 semanas de gestación y con un peso de 680 gramos.
La bebé, de nombre Valentina, nació antes de tiempo ya que su madre presentó un tumor cerebral durante el embarazo, por lo que recibió atención quirúrgica y permaneció en terapia intensiva en el Hospital General Regional (HGR) No. 1 Lic. Ignacio García Téllez.
Su estado de salud era grave y por ello los especialistas decidieron practicar una cesárea de emergencia.
De acuerdo con el titular del servicio de Tococirugía, doctor Gilberto Cahuich Méndez, cuando la señora cursaba con 23 semanas de gestación, presentó fuertes dolores de cabeza que la llevaron a consultar en su Unidad de Medicina Familiar.
Posteriormente fue enviada al HGR No.1 donde al realizarle estudios y encontraron un tumor con datos de hipertensión endocraneana, situación que derivó en una cirugía para descompresionarlo. Sin embargo, la salud de la paciente se deterioró rápidamente y cayó en estado de coma.
Un grupo multidisciplinario de expertos se reunió para tomar la mejor decisión para el binomio y llegaron a la conclusión de preservar la vida del bebé si tenía un peso mayor a 500 gramos, ya que tendría más posibilidades de sobrevivir.
Se mantuvo a la mamá con vida con ayuda de aparatos y se le suministraron esteroides para que la bebé madurara. Al tener datos clínicos de muerte inminente de la madre, se decidió la cesárea.
La neonatóloga adscrita al HGR No. 1, Irene Padilla Hernández, explicó que cuando nació Valentina, el 25 de enero de este año, requirió atención especializada en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN).
La pequeña presentó diversas complicaciones como fueron síndrome de dificultad respiratoria, neumonía, hemorragia pulmonar, anemia, displasia broncopulmonar y retinopatía del prematuro que fue tratada por especialistas en Oftalmología.
También requirió de asistencia ventilatoria mecánica por 41 días y un total de 86 días con aporte de oxígeno adicional, y fue necesaria una cirugía de gran ayuda para que su corazón pudiera trabajar y oxigenar mejor, procedimiento que se realizó cuando la pequeña contaba con 40 días de vida y había alcanzado un kilo de peso. La cirugía fue un éxito, pues evolucionó favorablemente.
Tras cuatro meses de permanecer en el hospital, Valentina ya fue dada de alta y se encuentra en óptimas condiciones.
El padre de Valentina, Jesús Hau Puc, agradeció al personal del IMSS, ya que de no haber sido por todos los cuidados que le brindaron a su pequeña, no podría haberse salvado. ”No tuve la dicha de compartirlo con mi esposa, sin embargo estoy muy feliz de que puedo llevarme a mi hija sana y salva a la casa”, declaró.