Rogelio Rodríguez Mendoza.-
La presencia de poco más de dos mil 500 migrantes en Nuevo Laredo constituye una “bomba de tiempo”, porque existe el riesgo de que se amotinen y se abalancen sobre los puentes internacionales, en un intento desesperado por querer cruzar a la mala, denunció aquí el alcalde de ese municipio, Oscar Enrique Rivas Cuéllar.
Ante tal situación, dijo, el Gobierno municipal ha pasado a exigir a la Federación para que atienda el problema de inmediato, antes de que se salga de control.
Además, la próxima semana el Ayuntamiento enviará una carta a la Comisión de Migración de la Cámara de Diputados, para solicitarle que analice el problema y gestione una solución inmediata ante las instancias del Gobierno federal.
“Tenemos censados, en las Casas del Migrante o en albergues municipales, dos mil 500 migrantes, de los cuales mil 200 son cubanos; 400 africanos y el resto centroamericanos. Estimamos que hay otros 300 o 400 que andan en la ciudad, sin control, por lo que la cifra podría andar cerca de los tres mil”, señaló.
Con ello, Nuevo Laredo es el municipio que más presencia de migrantes tiene. En Reynosa se estima que hay entre mil 200 y mil 400.
Rivas Cuéllar dijo que el tema de salud es muy preocupante, porque se puede salir de control. Actualmente, el Estado y los municipios están atendiendo el tema, pero requieren medicamentos.
“Tenemos 25 mujeres centroamericanas que requieren de asistencia y medicamentos”, mencionó.
Insistió en que los migrantes son “una bomba de tiempo”, porque existe la posibilidad de que en su desesperación por cruzar hacia Estados Unidos, se vayan a los puentes y quieren cruzar a la fuerza.
“Si eso ocurre van a ocasionar el cierre de los puentes internacionales y afectarán al comercio”, indicó.
