Agencias.-
Como cada viernes, la cartelera nacional nos sorprende con uno o varios estrenos de películas para disfrutarlas el fin de semana. Y este día la estrella (que muy seguramente acaparará la taquilla) es la cinta “Godzilla II: El Rey de los Monstruos”.
Varias etapas ha atravesado Godzilla en Japón desde 1954 con la salida, dos años después, de “Godzilla, King of the Monsters”, la primera versión de occidente que dio paso a una entrega en 1998, un reboot en 2014 y un regreso a la pantalla que promete darnos más de lo que esperamos.
Para comprender esta entrega, que no podría ser la última, hemos de irnos al 2014 con el regreso de Godzilla a la gran ciudad para aterrorizar a la gente… muchas personas perdieron a seres queridos con la sorpresiva llegada de Godzilla a tierra firme, entre ellos el matrimonio Russell, quienes pierden a un su hijo menor.
Los Russell son unos científicos que trabajan para Monarch, una institución que estudia y analiza la llegada de Godzilla, el cual lleva cinco años perdido. En su intento por encontrar al lagarto/dinosaurio, descubren a más de estos seres, los cuales son llamados titanes.
Estos titanes o kaiju son seres que habitaron la Tierra hace miles de años, pero que quedaron dormidos, alimentándose de la radioactividad. Algunas leyendas muestran la convivencia armónica entre estos titanes y los seres humanos, algo que resultaría imposible en la actualidad.
La doctora Emma Russell, junto a su hija Madison (en ausencia del padre), crean un artefacto que es capaz de comunicarse con los kaiju, incluso manipularlos a través de ondas sonoras. Con este aparato, Emma se propone una cosa: liberar a todos los titanes para restablecer el equilibrio en el planeta.
Todo va bien hasta que Emma libera a (King) Gidhora, un monstruo volador de tres cabezas que viene del espacio y que a diferencia de los otros titanes, no está en la Tierra para mantener el equilibrio, sino para destruir todo a su alcance. Los más de 20 titanes obedecen a un alfa, título que se juega entre Godzilla y Gidhora.
Así se construye la premisa de “Godzilla: King of the Monsters”, la cual ofrece un espectáculo visual en el que los titanes luchan entre sí, dejando en evidencia el supuesto poderío del hombre, el cual se ve minúsculo ante la sabia naturaleza.