SAN PETERSBURGO, Rusia, junio 10 (Notimex).- El Gobierno de Estados Unidos está obstruyendo el montaje de una fábrica de municiones y fusiles de asalto Kalashnikov (AK-47) en Venezuela, por las sanciones impuestas al gobierno del presidente Nicolás Maduro, de acuerdo con denuncias rusas.
«Estamos construyendo una fábrica de fusiles Kalashnikov y munición… Las sanciones dificultan las obras, también hay apagones… Los norteamericanos nos impedían ingresar máquinas y equipos, pero lo conseguimos de todas formas», dijo el director ejecutivo de empresa estatal rusa Rostec, Serguéi Chémezov.
En los últimos meses, el Gobierno de Estados Unidos ha impuesto sanciones al régimen del presidente Maduro, entre éstas a varias empresas y personalidades del gobierno y de las Fuerzas Armadas.
La denuncia fue hecha por Chémezov en los pasillos del Foro Económico Internacional de San Petersburgo, que se efectuó esta semana en San Petersburgo, ciudad del noroeste de la Federación de Rusia, publicó la agencia de información rusa Sputnik.
Se pensaba que la planta en Venezuela sería la primera fábrica del arma rusa en el extranjero, pero debido a las obstrucciones estadunidenses, el honor le correspondió a la India, cuyo primer ministro Narendra Modi fue el encargado de inaugurarla.
El fusil automático Kalashnikov, conocido como AK-47 y en algunos países como «cuerno de chivo» por la forma retorcida de su cargador de municiones, es un arma de guerra, hecha con una aleación de metales capaz de soportar grandes temperaturas y mantener un funcionamiento normal pese a ello.
El Ak-47 (por el año en que se comenzó a fabricar en el siglo pasado) se ha convertido en la actualidad en uno de los fusiles reglamentarios de decenas de ejércitos en todo el mundo, principalmente en Europa del este, así como en África y Asia.
El más famoso y más efectivo fusil de guerra fue construido en 1947 por el Teniente General del Ejército Rojo, Mijaíl Kalashnikov. La novedosa arma fue adoptada como el fusil de asalto estándar del Ejército Rojo en 1949.
Según la historia, Kalashnikov fue un soldado enlistado en el Ejército Rojo durante la Segunda Guerra Mundial.
Luego de la invasión alemana y el triunfo soviético, el joven teniente tuvo la idea de crear un arma tan simple como una pistola que tuviera el poder de fuego de un fusil. De hecho, el AK-47 de culatín plegable utilizada como arma de asalto es una pistola y al mismo tiempo un fusil.
Una de las principales características del famoso fusil de guerra es la seguridad en su funcionamiento en los climas más extremos, desde el intenso calor de los desiertos hasta las temperaturas congelantes de los polos.
Las posibilidades de que esta arma se atasque y vea interrumpido su funcionamiento por el agua y el lodo son casi nulas.
El arma se mantiene como uno de los fusiles de guerra automáticos de mayor circulación con más de 100 millones de ejemplares, producidos por la menos en un centenar de países en el mundo, en algunos de forma ilegal.
Expertos rusos estiman que 90 por ciento de la producción viola los derechos de autor. «Los modelos falsificados se fabrican, inclusive en talleres mecánicos con un precio de costo de unos 35 dólares, mientras tanto, el precio de fábrica de un fusil genuino es de unos 300 dólares», indicó el portal informativo ruso RT.
El Kalashnikov probó por primera vez su efectividad en la guerra de liberación de Vietnam en los combates contra las tropas estadunidenses que estaban armadas algunas con el viejo fusil M-14 y otras con AR-15 y M-16, este último se convirtió en la contraparte del AK-47.
Sin embargo, pese a ser ligero y de calibre 5.56 milímetros no se comparaba en combate con el arma rusa de calibre 7.62.
El auténtico AK-47 pesa 4,3 kilogramos, su longitud es de 870 milímetros, la longitud del cañón es de 415 milímetros, la cadencia de tiro es de 600 disparos por minuto y el cargador curvo tiene capacidad para 30 cartuchos.
Se puede armar y desarmar en 20 segundos, según datos del portal RT-Rusopedia.