Alfredo Guevara.-
Cd. Victoria, Tam.-
Aunque no se han registrado precipitaciones pluviales de manera generalizada en el campo de Tamaulipas, el agua al caer a la tierra prácticamente se evaporó, por los meses que se tenía de que no llovía y el calor que se registró el pasado fin de semana, confirmó Ariel Longoria García.
El Secretario de Desarrollo Rural dijo que si bien, lo sembrado del ciclo otoño – invierno se encuentra amarrado para su cosecha, la actividad en los ranchos ganaderos sigue siendo crítica por la falta de forraje y pastizales, porque de lo llovido, prácticamente no se aprovechó nada por las condiciones climáticas.
El hecho de que se tenga meses sin llover de manera importante, hace que la tierra evapore la humedad y se seque, lo que impide que el forraje siga creciendo, porque lo que cayó de precipitaciones pluviales no fue lo suficiente, sostuvo.
“Tenemos confianza de que en los próximos días lleguen las lluvias y beneficien más al sector ganadero, que a estas alturas del año sigue siendo el más afectado, para que la humedad que caiga, le dé oportunidad a que el forraje no se detenga y siga creciendo normalmente”, aseveró el funcionario estatal.
Longoria García declaro que los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) indica que para las próximas 72 horas podrían registrarse importantes precipitaciones pluviales, que confió, sea en la mayor parte de los ranchos ganaderos para que crezcan los pastizales y dé estabilidad a los productores para los próximos meses en el ganado.
Informó que ha llovido, pero no de manera generalizada, tomándose en cuenta que si en ciertas regiones los predios captaron de tres a cuatro pulgadas, en otros de plano lo que llovió se evaporó por las condiciones en que se encuentra la tierra.
“Es decir, la poca agua que cayó se evaporó, no se aprovechó sobre todo en la ganadería”, sostuvo.
En el caso de la cosecha del ciclo otoño-invierno, el Secretario de Desarrollo Rural citó que se ha logrado avanzar en los sembradíos de temporal, en tanto que lo de riego ya se empezó a trillar el sorgo, “es decir, está todo amarrado para lo que se espera, pero el problema sigue en la ganadería”, reiteró.
