Un ladrón de Tucumán, Argentina se disparó por accidente y murió tras haber protagonizado varios asaltos. Fue en su tercer asalto, este miércoles, cuando se le escapó un tiro mientras guardaba el arma en su pantalón, murió unas horas después.
La policía le seguía los pasos y él lo sabía. En menos de 400 metros había robado otro drugstore, el celular a una chica en la calle y un kiosco, pero cuando intentó escapar de este último lugar se le terminó la suerte.
El encargado del local reveló que ya le había entregado todo el dinero cuando escuchó la detonación, y tras herirse a si mismo aún así quiso escapar. «Se fue rengueando», recordó el encargado. «Se subió a su moto y a los 200 metros se cayó», añadió.
El ladrón perdió mucha sangre por la herida que tenía a la altura de la ingle y murió poco después de llegar al hospital Padilla. Según la Policía de Tucumán, el sujeto «se desplazaba en una moto color rojo, sin dominio colocado y portaba un revólver calibre 38L especial, con cinco cartuchos colocados y un vaina servida».
«La policía lo conocía», afirmó el comerciante. Él también lo conocía porque el «Jetón», como lo apodaban, solía robar en la zona y tenía diversos antecedentes penales. «Entraba y salía», concluyó.