Alfredo Guevara.-
Cd. Victoria, Tam.-
Una reducción momentánea en las temperaturas, de entre seis y ocho grados centígrados, dejó en la mayor parte del estado el sistema frontal número 61, producto de las lluvias que provocó, de manera ligera, de Nuevo Laredo a Díaz Ordaz, con un poco más de intensidad en Reynosa, Matamoros y Río Bravo, y puntuales en la zona centro de la entidad.
El coordinador de Protección Civil (PC) del Gobierno del Estado, Pedro Granados Ramírez, consideró que tras la onda de calor del pasado fin de semana y la presencia del sistema frontal que dejó lluvias, desde este jueves pudiera decirse que se regresa al periodo de verano normal.
Por tanto, aunque históricamente en los meses de mayo y junio se producen este tipo de ondas de calor, espera que no se vuelva a registrar otra como la del pasado fin de semana, que ocasionó temperaturas por encima de los 44 grados centígrados en la zona fronteriza y de menor intensidad en el resto.
“Hasta ahora no tenemos mayores incidencias de lo que fue la onda de calor, aunque algunos casos de insolación que fueron atendidos en centros de salud, por ahí se manejó una defunción en Matamoros, que habría que ver qué dice la autopsia, porque pudo haber sido por un infarto o enfermedad ya existente” estableció.
Granados Ramírez adelantó que desde este jueves se volverá a los esquemas de calor de cada fin de semana y sin posibilidades de lluvia, algo que imperará en los próximos días, característica que generalmente presenta junio, “aunque estamos en la temporada de huracanes y puede haber alguna formación meteorológica”, indicó.
De lo que sí consideró difícil, es que se vuelva a presentar otra onda de calor como la del pasado fin de semana, que insistió, “nos dejó temperaturas por encima de los 44 grados, sobre todo de Nuevo Laredo hasta Díaz Ordaz”, sostuvo.
Declaró que después del sistema frontal y la presencia de las ondas de calor, los pronósticos indican el regreso de temperaturas ordinarias, cercanas a los 38 grados centígrados y con escasas posibilidades de lluvia.
“Lo que está por venir es lo que conocemos con el periodo de canícula, que es de 40 días y en los que se espera también elevadas temperaturas y escasas posibilidades de lluvia”, concluyó.