RÍO DE JANEIRO (AP) — El Supremo Tribunal brasileño concluyó este jueves el juzgamiento que convirtió a la homofobia y transfobia en delitos semejantes al racismo.
Por una mayoría de ocho votos a tres, los jueces de la Corte determinaron que las prácticas de discriminación a homosexuales y transgéneros queden tipificadas como crímenes de racismo hasta que el Congreso apruebe una ley específica que aborde la cuestión.
En Brasil, el racismo fue encuadrado como delito por ley en 1989, fijando penas de hasta cinco años de reclusión.
Una mayoría de seis magistrados ya se habían pronunciado el 23 de mayo pasado, pero restaba el voto de los otros cinco miembros del tribunal.
“En una sociedad discriminatoria como la que vivimos, el homosexual es diferente y el transexual es diferente. Toda discriminación es violencia, pero algunos imponen más sufrimiento que otros”, dijo la jueza Carmen Lucia al votar pronunciar su voto en la sesión de este jueves.
Practicar o incitar a la discriminación debido a la orientación sexual de una persona será considerado un delito, sujeto a una multa y entre uno y tres años de cárcel. Además, si existiera una divulgación de un acto homofóbico en medios de comunicación o redes, la pena podría aumentar hasta cinco años.
Ricardo Lewandowski, uno de los tres jueces que votaron en minoría, reconoció la falta de legislación del Congreso en el asunto, pero optó por no encuadrar la homofobia como racismo. El magistrado dijo que el parlamento apenas tiene la potestad para crear “tipos penales” y fijar penas.
En Brasil no hay cifras oficiales que permitan constatar la violencia contra su comunidad, pero ONG locales e internacionales reportan que es uno de los países donde más crímenes de odio se producen cada año.
De acuerdo con denuncias recibidas por el Ministerio de Derecho Humanos, en 2018 hubo 138 víctimas fatales, pero algunas organizaciones de transexuales y gays manejan cifras superiores a los 300 asesinatos.
“Los votos fueron de una sensibilidad y racionalidad jamás vista en la historia de nuestro país. Sellamos un pacto con la civilización, no podemos tolerar ni aceptar que haya discursos de odio”, evaluó Toni Reis, militante gay y secretario de la Asociación Nacional de Gays, Lesbianas y Transexuales, en diálogo con The Associated Press.
“Es un fallo fundamental para sentirnos protegidos”, celebró Reis.
La Corte concluyó el juzgamiento pese a presiones de sectores evangélicos, que este jueves habían alentado una postergación del fallo. El diputado federal Sóstenes Cavalcante, perteneciente a la bancada evangélica, había sugerido al presidente del Congreso que le pidiera a la Corte postergar la votación e incluir en la próxima pauta del Congreso un proyecto de ley que aumentara las penas por crímenes homofóbicos.
Semanas atrás, cuando el resultado de la votación ya había quedado consolidado, el presidente Jair Bolsonaro mostró disgusto con la decisión y dijo que los jueces estaban superando sus atribuciones al legislar.
Bolsonaro, quien alienta una agenda conservadora en las costumbres, dijo además que Brasil está en momento de sumar un juez evangélico a la corte para generar un contrapeso de opiniones.