Una maestra neozelandesa de 21 años llamada Emily Foreman, pensó durante meses que un bulto que crecía en la parte trasera de su oreja se trataba de una espinilla, sin embargo, una visita al médico le cambio la vida por completo.
Según el portal Shared, la maestra se encuentra entre la vida y la muerte tras diagnosticarle carcinoma indiferenciado de células grandes, principalmente en su glándula salival, el cual se había extendido en algunos de los ganglios linfáticos circundantes.
La joven se sometió a una cirugía que tardó seis horas para tratar de extirpar el cáncer, con la que eliminaron la totalidad de su glándula parótida, la mayoría de los ganglios linfáticos y parte del tejido circundante en el cuello de Foreman.
La operación paralizó el lado derecho del rostro de Emily; posteriormente se sometió a seis semanas de radiación y cuando parecía que regresaba a su vida normal, una revisión de rutina descubrió la presencia de múltiples lesiones en sus pulmones.
“Siempre hubo la posibilidad de que el cáncer regresara, pero nunca en un millón de años esperé esto, o que sucediera tan pronto. Esto cambió todo”, comentó Emily Foreman en su página de Give a Little.
Lamentablemente, las lesiones en sus pulmones eran tan pequeñas que la cirugía ya no era una opción, al igual que la radiación, por lo que el médico decidió que el mejor curso de acción era monitorear las lesiones por si se daba algún cambio.
Al notar que el sistema inmunológico de Foreman luchaba para combatir el cáncer, el médico le ofreció inmunoterapia o terapia biológica, un tratamiento que estimula las defensas naturales del cuerpo para que ataquen con mayor eficacia las células cancerosas.
Emily Foreman ha recaudado casi un millón de pesos mexicanos (más de 50 mil dólares) en su página de recaudación para pagar su tratamiento, donde comparte su historia para que otras personas estén atentas a las inusuales protuberancias en su cuerpo.
Con Información de: SDP